domingo, 25 de noviembre de 2007

Varios, varios, varios

Pos nada, me repito, ando poco por estos lares, me ha entrado la vena holgazana bloguera y apenas entro. Cuando lo hago y leo vuestros posts y toooodos los comentarios me sale la envidia cochina, pero es mi elección y ná! a joderse y aguantarse, que pa eso parte de mi neura es querer estar en todos lados a la vez y eso aún no lo he conseguido, por mucho que me cabree.

A veces me pillo elucubrando sobre qué escribir en el blog y se me ocurrió algo que, quién lo lea y le apetezca, puede probar: hacer una lista de las cosas que hace bien, de virtudes, por decirlo así y de defectos y "patosidades".

VIRTUDES:
  • Hablar (bien), comunicar
  • Escuchar
  • Cocinar
  • Callar (a tiempo)
  • Deporte (aunque hace tiempo que no practico)
  • Sonreir
  • Expresar mis emociones
  • Bailar, expresarme corporalmente
  • Disfrutar (de la comida, de la música, de un bello paisaje, de una buena compañía)
  • Guardar un secreto
  • Ayudar a mis amigos
  • Escribir (a mi nivel)
  • Cuidar
  • Tener sentido del humor
  • Sociable, menos cuando me voy a la cueva
  • Reconocer mis defectos que son.....

DEFECTOS:

  • Soy una orgullosa narcisista prepotente
  • A veces envidiosa
  • Canto fatal, una de mis máximas frustraciones
  • Puedo llegar a ser muy dura si me tocan lo que no suena, despreciativa y hasta cruel
  • Un desastre con las manualidades
  • Soy mala perdedora
  • Exigente
  • Los números no me van y menos cuando se trata de hacer cuentas
  • Me cuesta horrores pedir ayuda
  • No sé coser
  • Dispersa, quién mucho abarca poco aprieta
  • Desordenada
  • Y...... ya vale, aunque hay más....

Hace un tiempo me hubiera costado mucho hacer este ejercicio: en función del momento, bien sólo se me hubieran ocurrido defectos, bien sólo virtudes.

Cambio de tema: para los que leísteis mi anterior entrada: mi papi está bien, no pasó del golpe y ha estado unos cuantos días con todo el cuerpo dolorido, pero nada más.

La fiesta de mi hijo acabó de la siguiente manera:

Le dije a mi hijo que me iba a dormir y me fui a mi habitación. En cuanto se fue, salté y me cambié de ropa. Mi hija y yo salimos zumbando hacia el bar de copas donde estaban todos sus amigos (40 personas) esperándolo. Pudimos llegar antes que él, compinchadas con el amigo que lo vino a buscar a casa y que se lo llevó a tomar algo a otro sitio antes de ir al punto de encuentro. Me tomé un par de cubatas con mi hija mientras esperábamos, rodeadas de los 18 añeros amigos de mi hijo.

Hubo un pequeño fallo: al llegar, mi hijo vió mi coche aparcado y empezó a llamarme al móbil, al cual yo no contesté!!!

No le dió tiempo de pensar mucho qué coño hacía mi coche allí: el amigo lo arrastró hasta el local y allí nos encontró a todos!!! No se lo esperaba para nada y le encantó. Tras saludar a todo el mundo, en la pantalla gigante del bar pusieron la presentación que los amigos le habían hecho. Yo me sentía super orgullosa y plena, entre mis dos hijos, agarrándolos a cada uno por la cintura, como una mamma a la italiana, en un local de moda de la ciudad, con un cubata en la barra.

Menuda imagen!!! jeje....a ver si un día de esos cuelgo las fotos.

Hasta aquí por hoy y hasta la próxima que me vuelva a entrar el gusanillo de escribir.

sábado, 17 de noviembre de 2007

18 años para soltar

Estoy blandita, emocionada, contenta y triste, también un poco preocupada. Hoy es el cumpleaños de mi hijo, 18, mayoría de edad. Es mi hijo menor, por lo que lo sigo viendo como un niño y me cuesta soltarlo.

Esta mañana al despertarnos, hemos desayunado los 3 juntos: mi hija, mi hijo y yo. Luego le he dado mi regalo: un reloj muy chulo. Regalo bastante típico. Sé que a él le encantan y también sé que le hacía ilusión algo que más adelante, cuando sea más mayor, pueda decir: este reloj me lo regalaron cuando cumplí 18 años. Para mí, además es simbólico: el tiempo que transcurra a partir de ahora es más cosa suya que mía. Es su tiempo.

Luego mi hija le ha "enseñado" su regalo: le ha hecho un power point con preguntas, tipo test con la finalidad de que al final, hubiera elegido un viaje para dos personas, con quién él decida. Me ha encantado la idea y además lo ha hecho con mucha gracia. En la primera página le pregunta: ¿adónde te gustaría viajar? Tres opciones:
  • Hacia tu interior
  • A un lugar conocido
  • Nuevos destinos

Si elegía la primera opción , en la siguiente pantalla decía: lo siento chato, para ésto tendrás que contar con tu madre, no conmigo!!!!! Fin del juego o vuelve al inicio.

Nos hemos reído mucho y al verlos a los dos compartir este juego, este regalo, me he emocionado y ya he soltado las primeras lágrimas del día. Para mí, que desde hace dos años soy la única responsable de ellos, es importante verlos llevarse bien, y es que ha habido épocas en las que estaban a matar!!! Me emociona comprobar que, aunque a veces se peleen, también se adoran.

Y ya! nos hemos puesto todos a trabajar: había que limpiar el piso a fondo, ordenar, acabar de hacer algunas compras y cocinar. Mi hija ha ido a buscar a su hermanita de 4 años y nos hemos pasado el día los 4 juntos, arriba y abajo (sin olvidar a los dos gatos). Tener a Paula en casa también era para mí simbólico en el día de hoy: los 3 hijos de Alberto estaban conmigo para compartir juntos el 18 cumpleaños de Alex, como si él también estuviera con nosotros de alguna manera.

A la hora de comer, Alex había colaborado poco y me he dado cuenta de que no estaba fino. Tenía un dolor agudo en un costado al respirar. Me ha venido una inspiración (intuiciones mías) y le he preguntado si estaba triste. Se ha puesto a llorar diciéndome que echaba a faltar mucho a su padre. Nos hemos abrazado fuerte y hemos llorado juntos, sin una palabra. No hacía falta. Segundas lágrimas del día.

A las 7, ha llegado la familia para la merienda-cena: mis padres, mis hermanos, cónyuges y sobrinos. En total 18 personas metidos como podíamos en el reducido espacio de mi salón-comedor. Tal como había pedido, todos han traído un plato, más lo que yo había cocinado. Después, el pastel, que había encargado y que estaba buenísimo. Cuando todo el mundo ha estado servido con el postre, les he pedido que se sentaran y que atendieran a algo que yo había preparado para Alex. Él ha sido el más sorprendido, no se lo esperaba. El famoso power point, que al final no ha sido power point sino Cyberlink y que acabé ayer por la tarde in extremis: me comentaron que existía este programa que quedaba mucho mejor que el power point y lo rehice todo. Además, según me dijeron, no podía pasar el power point a través del DVD y éste sí. El caso es que finalmente lo he acabado.

100 diapositivas como resumen de la vida de mi hijo, con pocos y emotivos comentarios y música. Mi hijo ha llorado, yo también (terceras lágrimas del día) y casi toda mi familia también, a pesar de ser en general poco emotivos o, en todo caso, costarles mucho la expresión de emociones. Al acabar mi hijo se ha levantado y me ha abrazado muy fuerte, dándome las gracias. Evidentemente, en las fotos aparecía su padre en muchas ocasiones.

A las 10, se han ido. Mi padre no estaba fino, no ha comido nada y tenía mucho frío a pesar de tener la calefacción encendida. Temblaba como una hoja. A los 5 minutos de irse, me llama mi sobrina y me dice que, caminando hacia el coche, mi padre se ha caído y se ha dado un golpe en el pómulo y en el ojo, incluso ha sangrado. He bajado corriendo a la calle. Lo queríamos llevar de urgencias, pero se ha negado, sólo quería irse a casa y meterse en la cama. Acabo de llamar a mi madre y me dice que está bien, que se ha dormido como un bebé. Le he insistido que me llamara a cualquier hora si se encontraba mal.

Y no se ha acabado. Me he conchavado con el mejor amigo de mi hijo. Le ha montado una fiesta sorpresa con los amigotes esta noche a partir de las 00.30 en una discoteca, con 40 personas y un video. Se lo llevará a tomar algo para que mi hija y yo nos podamos cambiar e ir a la discoteca antes de que llegue él.

Espero aguantar...en estos momentos me siento agotada física y emocionalmente.

martes, 13 de noviembre de 2007

Movimiento

Días y días sin aparecer por aquí. Hay indicio de cambios en mi vida y mcuhas cosas por hacer.
Fui al cumpleaños de mi mamá, acabé la memoria y la entregué este sábado pasado. Limpié mi casa aunque ya vuelve a estar hecha un cisco. Ya casi tengo el power point de mi hijo acabado, haciéndolo a escondidas cuando puedo, lo cual es complicado ya que durante el día estoy fuera de casa y cuando regreso ahí está él, bien en el ordenador, bien pululando por la casa y pudiendo entrar aquí en cualquier momento. Tengo que esperar a que se vaya a dormir y caigo yo de sueño antes que él.

Para la cena que le organizo con la familia el próximo sábado, he pedido ayuda a mi madre y a mis hermanos: no llego a todo.

Si ya iba ajetreada en mi vida y me veía con dificultades para organizar todo lo del cumpleaños de mi hijo, sólo faltaba que me hayan contactado varios centros de terapias que quieren que colabore con ellos como terapeuta y formadora. Quieren que les envíe información de mis actividades.

Y para completar el panorama, mi tutor de la formación que acabo en un mes me ha ofrecido hacer de observadora de un grupo, lo cual me ha llenado de alegría ya que es una de las cosas que más ilusión me hace, por lo que supone de aprendizaje y profundización en la terapia gestalt. Además, eso supone que voy a tener un pie metido en la escuela, que también es centro de terapias, y que existe la posibilidad de que pueda desarrollar más actividades allí. Que me lo hayan propuesto significa para mí un reconocimiento de mi evolución de mi proceso personal y de mi valía profesional. Mañana empiezo, todos los miércoles de 21 a 23 h.

Paso más tiempo con mis hijos, a la hora de la cena y después, mirando alguna peli en la tele, jugando a cartas o charlando con ellos en vez de pegarme al ordenador a escribir o leer lo que escribís. Eso sólo puedo hacerlo por las noches, ya que mi trabajo se desarrolla lejos de los ordenadores y sólo lo toco para hacer informes y partes de mis actividades en la residencia.

Me siento bien en estos momentos de mi vida y voy observando lo que va ocurriendo fuera y dentro de mí. Me siento optimista, con mucha energía. Siento que cuando yo estoy bien colocada y centrada, las cosas se ubican por sí mismas.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Días de fiesta

Hoy no trabajo en la resi. Hago el puente. Me hubiera gustado irme a haraganear por la montaña, abandonarme tirada encima de un verde prado sin hacer absolutamente nada o pasearme entre los árboles y al anochecer, sentarme frente al fuego y dejarme hipnotizar por él hasta caer dormida.

Y no. Aquí estoy frente al ordenador en mi casa. Las causas??

  1. Ayer fue el cumpleaños de mi mamá. 81 años muy bien llevados. Nos reunimos toda la familia en su casa. Cita ineludible.
  2. Mi casa está hecha una absoluta guarrada, una pocilga. Aunque suene a justificación, que lo es, trabajo cada día 9 horas y al acabar lo tengo todo por hacer en casa: compra, cenas, ropa, limpieza, etc. con mis dos hijos. Ya son mayorcitos y muchas veces me dicen: bueno Ana, ya son mayores, no deberían darte tanto trabajo. Craso error. No sólo las tareas de casa son mayores por ser 3 personas, digamos que todas adultas, sino que además necesitan de mi atención a otros niveles, a veces sólo mi presencia y otras más que eso.
  3. En dos meses acabo mi formación de psicoterapeuta y el fin de semana que viene tengo que presentar una memoria que recoja mi evolución y mis aprendizajes en estos 3 últimos años. Y no es cosa de decidir: venga, me pongo y relleno 15 folios... no. Es una especie de autobiografía emocional y necesito sentir que conecto conmigo misma para escribir desde las tripas y no desde el coco.
  4. El día 17 de este mes mi hijo cumplirá 18 años y quiero hacerle un power point de su vida, desde que nació hasta ahora. Como todas las fotos de cuando era pequeño están en papel, las quiero escanear y eso me llevará tiempo. Si no empiezo durante estos días de fiesta, no me dará tiempo.

O sea que.... estoy estresada!!! y aún no he empezado!!

Es parte de una actitud mía muy arraigada: cuantas más cosas tengo por hacer, más me bloqueo y más tiempo pierdo en chorradas y en actividades que no son las que quiero hacer, escabulléndome de lo que es importante.

Me he despertado bastante temprano, he entrado aquí en el blog a escribir esto, como para darme ánimos y afrontar mis tareas con alegría. Porque si de todas maneras las voy a hacer, voy a intentar disfrutarlas al máximo.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Intensidad y teatro

Me ha pasado otras veces, como ahora. De repente, sólo puedo ver la vida como una obra de teatro en la cual todos tenemos un papel, un rol que se sincroniza con la de los demás actores. Nos cruzamos y entrecruzamos, unos aparecen, otros desaparecen, algunos para siempre, los demás temporalmente. La desaparición puede ser causada por la muerte o por el alejamiento por razones diversas.

Todos significamos algo en la vida/papel de los demás, de forma más o menos intensa. Todos podemos aprender de las relaciones que mantenemos, incluso de las virtuales. Podemos, aunque no siempre lo hacemos.

El guión de la obra es en gran parte responsabilidad de los actores. Existe el libre albedrío que nos permite decidir la actitud y las acciones que determinarán los sucesos futuros.

Lo que yo haga o diga tendrá un efecto sobre los demás que reaccionarán o no, aunque el no reaccionar es en sí mismo una reacción.

Cada uno de nosotros tiene historias de vida, experiencias y actitudes aprendidas a través de esa vida y esas experiencias que determinarán la forma de recibir lo que hacen o dicen los demás y esa es la causa de muchos conflictos, discusiones y malentendidos.

Vale la pena ponerme frente al otro y decirle lo que siento cuando ocurre eso. Es un acto de entrega, de generosidad, es un regalo.

Me duele cuando alguien desaparece sin decir nada, sin expresarme cómo se siente ante mí, ante mis actos o mis palabras. Siento que me niega la posibilidad de saber más acerca de ella y de mí misma.

Aunque sea como despedida, como cierre, cuando ha habido ni que sea un mínimo contacto.

Prefiero que me envien a los infiernos claramente. El silencio me suena a desprecio. El silencio me suena a violencia pasiva. El silencio me ata de pies y manos y me sume en la ignorancia, llevándome fácilmente hacia la elucubración mental de la irrealidad, de la ilusión.

La vida puede que sea como un teatro, incluso a veces más increíble que una obra o una película. La realidad supera muchas veces la ficción. La ficción puede servir para darme cuenta de mi realidad. También para sacar mis demonios y poderlos ver.

Mis amores y mis odios son expresión dramática de momentos de intensidad emocional, la cual, es cierto, es una de mis características. Quizás podría dedicarme a hacer teatro como exorcismo. O quizás puedo aceptar que eso forma parte de mí y que hay personas que no pueden ni sostenerlo ni discernir cuándo la expresión de esa intensidad es retórica y cuándo real.

Me basta con saberlo yo.....aunque reconozco que a veces me sabe mal que según quién no me capte en toda mi dimensión. Quizás soy demasiado exigente......