jueves, 30 de octubre de 2008

De mayor



Josefa, una ancianita de 99 años de mi residencia.

Cuando le pregunto cómo ha dormido esa noche, me contesta que mal porque ha estado bailando toda la noche y ha conocido a hombres guapíiiiiisimos!!!

De mayor, yo quiero ser como ella

domingo, 26 de octubre de 2008

niña pastori - contigo

Sabina cantado por Niña Pastori.

¿Por qué me gusta esta canción? Lo dicho, a veces es mejor no preguntarse porqué.

Además, yo sé porqué me gusta:

"Yo no quiero un amor civilizado, yo no quiero domingos por la tarde, yo no quiero 14 de febrero, yo no quiero que elijas mi champú, yo no quiero cortarme la coleta, yo no quiero juntar para mañana, yo no quiero calor de invernadero, yo no quiero ni orgullo ni piedad, yo no quiero contigo ni sin tí, lo que yo quiero es que mueras por mí, porque el amor cuando no mata muere, porque amores que matan nunca mueren"

Porque el amor es locura, porque me siento mejor loca que cuerda, porque la locura lo cura y si la locura cura, el amor es sanador... lo más sanador que conozco. Prefiero morir loca de amor que cuerda de aridez.

domingo, 19 de octubre de 2008

Menorca

La semana pasada me escapé 4 días a Menorca. Para los que seguís este blog, ya sabréis que un amigo mío tiene un velero con el que se gana la vida paseando turistas en la Costa Brava. Finalizada la temporada, se toma cada año 15 días de vacaciones en Menorca adonde viaja con su velero. Ahí tiene una casita, por si el tiempo impide vivir en el barco, lo cual fue el caso cuando yo estuve. Propone a sus amigos estarnos unos días con él, por turnos, ya que tanto el espacio del barco como el de la casa es limitado.

Pallá que me fui el viernes de la semana pasada. Teníamos que ser 4 y al final nos encontramos solos él y yo, lo cual propició una profundización en el conocimiento mutuo que no se había dado nunca en todos los años que hace que nos conocemos. Jordi y yo fuimos juntos a la escuela y nos conocemos desde que tenemos 4 o 5 años. Por medio han habido 25 años en los que no hemos tenido ningún contacto. Un día, un grupo de la escuela decidió un reencuentro masivo de la clase y acudió casi todo el mundo. Fue sorprendente. Desde entonces, unos cuantos nos seguimos viendo de forma regular. Organizamos cenas 3 o 4 veces al año. En ellas se crea un muy buen ambiente, pero nunca entramos en intimidades y nos limitamos a pasarlo bien.

Así que estos días fueron propicios para conocer mutuamente nuestras vidas en el tiempo en el que no hemos tenido ningún contacto y saber cómo somos en realidad, lejos de los estereotipos que recordábamos uno del otro cuando éramos niños. Él me dijo que siempre me había visto como una gacela, ágil, deportista y muy segura de mí misma, independiente. Se sorprendió al decirle yo que esa era mi coraza y verme más vulnerable de lo que aparento, lo cual me encargué de mostrarle abiertamente y desmontar "mi imagen".

A mí me sorprendió sentirlo mucho más cercano de lo que yo recordaba, dispuesto a contarme sus problemas íntimos, abierto a escuchar mi punto de vista. Lo recordaba cerrado, inaccesible.
No pudimos navegar, el temporal de levante nos lo impidió. Debo confesar que, pese a lo "sublime" que me parecía navegar costeando la isla, agradecí que así fuera, ya que si el velero se mueve mucho, me pilla un mareo que me hace sacar la primera papilla!! Me sentí más segura y tranquila recorriendo la isla a pie o en coche. Me permitió conocer rincones que no hubiera visto sólo desde el mar y tener contacto con personas de la isla que me parecieron maravillosas.

Pasamos largas horas en la Pregonda, la joya de la corona de Menorca, prácticamente solos. Momentos de compartir, momentos de ir cada uno por nuestro lado. Me lo pasé genial experimentando con mi cámara, en plan creativo: desde arriba, desde el suelo, del derecho y del revés; de lejos, de cerca, con la función macro y con lo que fuera.

Fuimos a la cala donde una semana antes su velero embarrancó y estuvo a punto de perderlo, aunque finalmente la aventura tuvo un final feliz. Con los amigos con los que estaba en ese momento, vivieron dos días en una cueva. Me perdí la aventura, lo cual, pese a que me gustan las situaciones "intensas", agradecí. Ya he tenido suficientes intensidades este verano y voy apreciando cada vez más la tranquilidad y la "normalidad".

He redescubierto Menorca y sus habitantes. Me encanta poder estar en un bosque y oir el mar, cercano y siempre presente. La comunión mar-montaña es una constante en la isla.

Los menorquines son gente abierta, afable, amable. Saben disfrutar de la vida y su isla es ante todo su isla, es decir, ellos la disfrutan, la defienden, la protegen. Impiden que se creen urbanizaciones masivas que destruyen su entorno, autopistas sin sentido útiles sólo para la época estival. Han logrado conservarla muy intacta y han permitido que hoteles y apartamentos se concentren en unos puntos concretos de la isla, protegiendo el resto.

La oferta cultural, musical y de diferentes intereses, muchos de ellos de carácter ecológico, naturista, incluso espiritual, es extensa.

Un pequeño paraíso a tan sólo 35 minutos en avión de Barcelona.















jueves, 16 de octubre de 2008

La Justicia (Ceremonia del té)

En la ceremonia del té:

Vemos la maldad en los otros porque conocemos la maldad a través de nuestro comportamiento. Nunca perdonamos a los que nos hieren porque pensamos que nosotros nunca seríamos perdonados. Le decimos al prójimo la verdad dolorosa porque queremos esconderla de nosotros mismos. Nos refugiamos en el orgullo para que nadie pueda ver nuestra fragilidad. Por eso, siempre que estés juzgando a tu hermano, sé consciente de que eres tú quien está sentado en el banco de los acusados. (Okakura Kakuso, El libro del té, 1904).

lunes, 6 de octubre de 2008

La contra de La Vanguardia

Fritjof Capra, doctor en Física Teórica, escritor científico dedicado a las ciencias de la vida
"Mente y materia son las dos caras de la misma moneda"

IMA SANCHÍS - 06/10/2008

69 años. Nací en Viena y, desde hace 30 años, vivo en California. Soy profesor y activista medioambiental. Casado y con una hija. Urge un cambio profundo en las estructuras empresariales, de estilo de vida y tecnológicas si queremos sobrevivir. Estoy cerca del budismo

La actual crisis económica y de seguridad, el agotamiento de los recursos y el cambio climático son distintas facetas de la misma crisis: una crisis de percepción. Algo hacemos mal, eso está claro. Las grandes instituciones sociales, los líderes de empresa, los políticos, los profesores universitarios..., todos estamos fijados en una visión del mundo totalmente obsoleta en el marco de un mundo globalizado y en crecimiento poblacional.

Descríbame esa visión obsoleta...

Es una visión del mundo muy tecnicista y mecanicista que entiende el universo como una gran máquina formada por distintos elementos que funcionan conjuntamente. De la misma manera entiende el cuerpo humano como una máquina totalmente separada de la mente, y la evolución, como una lucha competitiva para conseguir la subsistencia. Una visión muy fragmentaria. No hay una solución para un problema, todo está íntimamente interconectado.

¿Cuál sería la mirada correcta?

Requiere otra manera de pensar que tenga en cuenta las relaciones, los contextos y los patrones, lo que en la ciencia se denomina pensamiento sistémico o ecológico. Existe un choque muy profundo entre nuestra creencia de que el crecimiento es ilimitado y el hecho de que nuestro planeta sea finito. Una gran contradicción. Y esto refleja también la dicotomía entre el pensamiento lineal y las previsiones de futuro que hacen nuestros economistas, y el carácter no lineal de la biosfera.

Usted va más allá, roza la espiritualidad al afirmar que todo es uno.

Cuando uno se pregunta cuál es la esencia de la vida espiritual y estudia las enseñanzas y las escrituras de los grandes místicos de todas las culturas, encuentra un denominador común: un sentido muy profundo que implica estar conectado con algo más grande que nosotros mismos, con un todo. Y esa es la perspectiva ecológica del mundo.

¿Qué tiene de científica esta visión?

La ciencia en el siglo XX ha experimentado un cambio de paradigma muy profundo en su visión del mundo. Nuestros conocimientos actuales nos llevan a ver el mundo material como una red de relaciones inseparables. Y en cuanto a la separación entre cuerpo y mente, hemos comprobado que cada célula individual es un sistema cognitivo vivo de por sí, conectado con todo lo demás.

¿Y eso qué implica?

Que la mente y la materia son las dos caras de la misma moneda. La mente es la cara de los procesos, y la materia, la de las estructuras. Y el planeta se entiende como un sistema vivo que se organiza y se regula a sí mismo.

La teoría de Gaia.

Exacto. Por tanto, esta visión espiritual de que nosotros formamos parte de un todo interrelacionado, y que este todo está vivo, tiene una base científica.

¿Cómo desde la física, disciplina alejada de cualquier creencia, llegó al taoísmo?

Los físicos hemos ido estudiando la materia cada vez en mayor profundidad, y hemos observado que cuando se llega al nivel atómico y subatómico, el lenguaje y las imágenes con las que nos encontramos ya no son puramente mecanicistas como en niveles mayores, observamos que existen una serie de patrones de energía y una red de interrelaciones constantes. Esa revolución científica es la que describo en El Tao de la física,y la comparo con la visión de los místicos orientales.

¿Visión aplicable a todas las disciplinas?

A principios de 1930 se dio en Europa una etapa de diálogo muy profundo entre biólogos, psicólogos y ecólogos. Todos estudiaban sistemas vivos: individuos, sistemas sociales y sistemas ecológicos, y todos intentaban entender la naturaleza fundamental de la vida.

¿Y?

Fue así como se dieron cuenta de que para describir un sistema vivo es fundamental la relación que se establece entre las distintas partes de ese organismo. Tanto los físicos como los que se dedicaban a las ciencias de la vida llegaron a la misma conclusión: para analizar cualquier situación, necesitamos basarnos en las relaciones, los contextos y los procesos.

Entonces, ¿cuál es la actitud para remontar esta crisis?

Hay que atar cabos, ver cómo se interrelacionan todas las cosas porque no existen problemas aislados. Por ejemplo: que nosotros conduzcamos un determinado tipo de coche, que hagamos un uso concreto de la energía, significa que tendremos más emisiones de efecto invernadero.

... Y esas emisiones provocarán el calentamiento del planeta.

Sí, y a su vez, ese calentamiento hace que se deshiele un glaciar en Asia que provoca que los grandes ríos que salen del Himalaya, el río Amarillo y el río Ganges, se queden sin agua, lo que acaba en hambrunas. Por tanto, nuestras propias opciones individuales, nuestras decisiones, tienen implicaciones globales, todos somos responsables.

Tomo nota.

La buena noticia es que existen soluciones para muchos de los problemas del mundo actual, y muchas son sencillas: tenemos los conocimientos, disponemos de las tecnologías y de la capacidad financiera necesarias para conseguir una sociedad sostenible. Lo único que nos falta es la voluntad política.

Conexiones
Hace 30 años se trasladó a California y abandonó la física teórica para profundizar en las nuevas teorías que entienden el mundo y la materia como un entramado de relaciones y consecuencias. Fundador del Centre for Ecoliteracy de Berkeley, que promueve la ecología y los sistemas de pensamiento en la escuela, profesor del Schumacher College en Inglaterra, un centro internacional de estudios ecológicos, y autor de cinco superventas científicos como El Tao de la física,acaba de publicar La ciencia de Leonardo (Anagrama), donde reivindica al artista como el padre no reconocido de la ciencia moderna. Ha expuesto sus teorías en el ciclo En Ressonància, organizado por Caixa Catalunya y KRTU.

viernes, 3 de octubre de 2008

La tranquila rutina o cómo hacer extraordinario lo ordinario

Intensa, ese es el adjetivo con el que mucha gente me define. La intensidad ha sido esencial en mi vida, sin ella me parecía estar muerta. Buscaba (y encontraba) experiencias a las que pudiera poner esa cualidad, y si no la tenían, me la inventaba, o sea, la vivía como si lo fuera. Lo dramático era muy dramático y la comedia muuuy comedia. Para lo bueno o para lo malo, todo era intenso para mí.

La rutina, las cosas sencillas, ocuparme de mi casa, limpiar, ordenar, caminar pausadamente, estarme quieta sin más, el silencio, ir a trabajar cada día al mismo sitio, volver a casa, hacer compra, cenas, lavar platos, una charla tranquila y sin "profundidades", un curso o taller en el que no surgiera alguna cosa intensa....todo eso era pura y llanamente ABURRIDO. Y cada día tenía que serlo más que el anterior.

Hoy, necesito, quiero TRANQUILIDAD en mi vida. Me he cansado de la intensidad, es agotadora. Este pasado verano ha sido pródigo en intensidades, esta vez totalmente reales, sin tener que añadirles ningún atributo. De hecho, me he dado cuenta de que inflar mis experiencias para que fueran "extraordinarias" era la manera de escaparme de mis miedos, de mi dolor y así no sentirlos. Paradójico y cierto.

He pasado por todos los dolores, duelos y miedos que había evitado durante toda mi vida. Y por aquello de las polaridades, huyendo de ellos, me alejaba también del auténtico disfrute, del placer genuino, de la sencilla alegría de las cosas sencillas.

La vida en sí misma ya es algo extraordinario. Sólo tengo que pararme a disfrutarla, sin más. Y me he parado; y disfruto; y estoy tranquila. Y otra paradoja: al hacerlo, surgen cosas maravillosas, mucho más que todas las pasadas y falsas intensidades. Como ese viaje a Menorca de la semana que viene; y surgen personas maravillosas, reales, no ficticias al adornarlos yo con elementos ajenos a ellos, sólo por sentir yo que DEBÍAN ser maravillosos porque yo necesitaba que lo fueran.

Ahora la vida me parece extraordinaria por el simple hecho de estar viva y de estar aquí. Tener tiempo para ordenar y limpiar mi casa me parece un privilegio; tener un trabajo que me gusta y por el que me pagan me parece un privilegio; tener a mis padres vivos me parece un privilegio; tener dos hijos sanos y buena gente me parece un privilegio; vivir en un piso de alquiler en una zona tranquila a las afueras de Barcelona me parece un privilegio; poder pagarme un terapeuta y una formación me parece un privilegio; tener a los amigos que tengo, los vea más o menos a menudo o no, me parece un privilegio, sé que están ahí y eso es un enorme privilegio; irme a Menorca y costear con un velero en compañía de amigos es un inmenso privilegio....y así podría seguir un buen rato.

Pues eso, como digo en el título: hacer extraordinario lo ordinario.... es un auténtico PLACER. O como diría mi amigo Quim: MENOS ES MÁS