Me dice el I Ching del facebook que comunique el entusiasmo que siento interiormente, que es el momento de hacerlo. Gracias I Ching, es cierto que siento entusiasmo, un entusiasmo muy dulce y tranquilo. Poco a poco irá saliendo pafuera, aún no, necesito que se instale y se arraigue más, todavía lo siento frágil, como me siento yo, frágil y fuerte al mismo tiempo. Una extraña sensación que tenía olvidada desde tiempos de mi infancia y que ayer volvió a nacer, resurgió desde el fondo de mis entrañas.
Me siento como la oruga que ha estado largo tiempo dentro de su capullo y que, no sin esfuerzo, ha roto la malla sedosa y compacta que la tenía encerrada, encogida. En un estallido final, la prisión ha cedido y he podido emerger de la oscuridad, con los ojos entreabiertos y las alas todavía pegadas al cuerpo.
Sí, necesito un tiempecito para ver claramente el nuevo mundo que se extiende ante mí, para desplegar las alas y volar, consciente de mi ser, de mi vulnerabilidad y de mis posibilidades.
2 comentarios:
Yo he tendio esa sensación muchas veces. Siempre pienso que es una puerta por la que se pasa para crecer y que una vez pasada sabré cómo actuar en la vida. Y resulta que tras cierto tiempo me siento así otra vez.
Como la vida no para de cambiar, nosotros tampoco. Siempre hay (gracias a Dios) cosas nuevas que superar. Así que nos pasamos la vida entrando y saliendo de un capullo jeje.
Un besote
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