Viernes pasado, al acabar de escribir la entrada de mi cumple, me fui a celebrarlo. Había quedado con una amiga que tiene un centro de terapias para recibir una sesión de Reiki múltiple. Esa misma amiga había se había, finalmente, hecho cargo de organizar ese día para mí. La idea era, tras la sesión de reiki, ir a cenar a un restaurante. Me quedé un poco perpleja cuando me lo dijo pues yo le había dicho que me gustaría celebrarlo en un sitio privado, como su centro y encargar una cena de pica-pica, poner música y estar entre amigos con más intimidad que en un local público. Me dejé llevar, con la confianza que esa amiga mi inspira por sus dotes organizativas, entre otras cosas.
Tras la sesión de reiki, nos dirigimos unos cuantos hacia el restaurante. Se suponía que los demás irían directamente. Caminando tranquilamente por Barcelona, charlando, pasamos cerca del local de un buen amigo, un bar de copas en el que he pasado muchos buenos momentos. Inmediatamente comenté a mis amigos que me gustaría ir a saludar a Serafín. Ellos me apoyaron diciendo que incluso podíamos pedirle que nos guardara sitio para ir después de la cena. Decidida me planto delante de la puerta y veo que está a oscuras. Extrañada, miro la hora y comento que es muy raro que esté cerrado. Acerco la cara a los cristales para mirar y veo una pequeña luz roja que parpadea. Me entró miedo. ¿Qué significaba esa oscuridad y esas luces rojas? Mientras, sin que me diera tiempo a buscar la respuesta, uno de mis amigos abrió la puerta y me empujó adentro. En ese momento, se encendieron las luces y de detrás de los asientos aparecieron toooodos mis amigos, mis hijos, gritando un fuerte: FELICIDAAAAAAAAAAAAADESSSSSSSSSSS
Jope!! Vaya sorpresa!! Entre mis hijos y mis amigos se habían compinchado para elegir el mejor lugar que yo podía soñar para la fiesta y eso que ni se me pasó por la cabeza!!!
Fue muy bonito, rodeada de toda esa gente a la que quiero y que me quiere.
Mis hijos me hicieron un powerpoint, precioso y muy divertido.
Más entrada la noche apareció una caja enorme llena de regalos: mis hijos querían llegar a los 50, pero fue imposible. Me entregaron un papel con una lista numerada. Cada número correspondía a un regalo y debía seguir el orden marcado:
- Toma el nº 1 y empieza a explorar (abrí el regalo: una linterna)
- Nº 2: praparáte para observar: unos prismáticos
- Ponte lo que hay en el paquete nº 3, que no se te arrugue esa piel de 50 años...: unos guantes
- Por si tu cada vez más sensible piel se daña, aquí tienes la solución: una crema hidratante
- En el caso de que se acerquen demasiado, utiliza lo que hay en el nº 5 y verás como corren!! (refiriéndose a los hombres): una fusta
- Si quieres correr detrás suyo, mejor te pones el nº 6: un chándal
y así hasta 23 regalos. Entre ellos un super chulo reloj con cadena, de bolsillo (no me gusta llevarlos en la muñeca), un corazón de peluche que al apretarlos hace el sonido de un beso y dice: TE AMO, un diccionario de los sentimientos, collar, pulsera y anillo, dos pañuelos preciosos (suelo llevar casi siempre algún foulard, pañuelo, chal), una corona de reina, unas cartas de letras hebraicas, un kanguro de peluche con su hijito en la barriga, en fin..... tantas cosas!!!
Yo me lo iba colgando todo, poniendo todo encima de mí, divirtiéndome como una loca abriendo paquetes y siguiendo las instrucciones. Más tarde mi hija me dijo que lloraba de risa viéndome hacer el payaso y que nunca me había visto así, que era una faceta de mí desconocida para ella.
Poco a poco algunos se fueron y acabamos un pequeño grupo que nos quedamos hasta las tantas charlando y riendo, sacando cada uno una carta del tarot hebraico, que es una pasada de bonito.
Me queda pendiente ir un día a bailar desenfrenadamente. Viernes se hizo muy tarde y yo estaba muy cansada. Una llamada de mi madre, supuestamente para felicitarme, acabó en bronca y estuvo a punto de arruinarme el día. Además al día siguiente, me esperaba una ceremonia dolorosa: echar las cenizas de mi marido, cuya urna acabó en mi casa hace mes y medio tras dos años en casa de su viuda más reciente. Otras historias por contar....
Os dejo alguna foto:
Con mis dos hijos una vez abiertos todos los regalos
6 comentarios:
Genial que te hayas divertido y disfrutado. Te mereces estos regalos de la Vida, amiga Anita. Joe, tía, como me alegro por tí! :)
V.
Qué bueno!! me encantan este tipo de sorpresas. Me alegra que estuviera bien.
Besos.
Ana, nena, qué pasote!!!!
:D
Yo de mayor quiero ser como tú (y que me den sorpresas como ésta)!!!
Tienes unos hijos muy guapos, por cierto.
:)
Un beso gordo, gordo.
jo, ana, qué cumple más guay! dan ganas de cumplir 50! tu hija es clavadita a ti!
Gracias Vilo, me sentí muy arropada por los míos, sentí su cariño y me divertí mucho.
Pluskys: a mí también me gustan, me encantan las sorpresas y esta fue genial!!
Irre:tener 50 está siendo una experiencia muy bonita, nunca lo hubiera imaginado. Me gusta ser cincuentona!!! jeje. Ah que son guapísimos mis hijos?? Y no es amor de madre.....;)
Des: mi pobre hija está hasta las narices de que le digan que es clavadita a mí y reinvindica su unicidad. Ella siempre dice que nos parecemos pero que no somos iguales!!! Ya sabe que es una forma de hablar, pero....
El cumple fue entrañable, lástima que mi numerosa familia de origen se haya desentendido bastante. Hablaré de ello en otra entrada.
Besos a todos y gracias!!!
Jo, vaya cumple más guay. Sigue disfrutando de él.
Besitos/azos.
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