domingo, 31 de enero de 2010

Una vida de silenciosa desesperación

...Sin considerar, ciertamente, cuánto se ha mentido a los hombres, en escala

planetaria, no nos debemos olvidar que también los hombres mienten, respecto a sí

mismos, no sólo unos a los otros, sino, sobre todo, a sí mismos. Son, por tanto, de

alguna manera cómplices, cuando no fieles, del culto universal del autoengaño,

entregados al perverso ritual de sus neurosis, de las que son al mismo tiempo

víctimas, porque sufren sus consecuencias y, autores, porque las alimentan. Y ésta

parece ser la verdadera fuente de todos los dramas de la existencia, en virtud de lo

que la gran mayoría de los seres humanos permanece condenada a lo que Emerson

calificaba de "a life of quiet desperation"..."

Claudio Naranjo. El eneagrama de la Sociedad.

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