martes, 29 de enero de 2008

Sigo vivaaaaaaaaaaa

Lo siento, lo siento!!! Siento no haber dado señales de vida en muchos días y me ha emocionado que os preocupéis por mí. Joder, esto de la blogosfera es la ostia!!
Cuando me redujeron el horario creí que tendría más tiempo para andar por aquí y no, tengo menos. No sólo es eso, sino que además el 2008 ha empezado potente para mí y necesito tiempo para estar conmigo misma y con los míos.
Con mis clientes, muy bien, de momento vuelven cada semana!!! Cada día me siento más relajada con ellos y tengo la impresión de que les gusta y sobretodo, les sirve lo que ocurre en las sesiones y eso que acabamos de empezar!

El otro día, en la segunda sesión, uno de ellos se fue tocado y me dijo: caray, en dos sesiones y la has clavado.

De todas formas, es un trabajo de paciencia, sobretodo no tener prisa en los resultados y mucha aceptación del proceso del cliente. Todos tenemos nuestro ritmo y el gran error en el que caemos los terapeutas a veces es querer que el otro avance rápido para sentirnos fantásticos y maravillosos. Es absolutamente básico dejar que sea el paciente el que se dé cuenta de sus mecanismos aunque yo lo vea con toda claridad. Lo otro es una prepotencia que no ayuda a nadie, exigencia y falta de aceptación.

También me han ofrecido dar tres charlas en una Fundación para discapacitados psíquicos sobre el tema de la muerte, para los familiares.
Jueves que viene haré una demostración en vivo de un curso que daré en el nuevo centro que ha abierto mi amiga en Barcelona, el mismo en el que hago terapia. El tema del curso, que se desarrollará a lo largo de 3 sábados en febreo, marzo y abril es COMO ACOMPAÑAR EN SITUACIONES DE CRISIS, en la línea de mi especialidad que es el acompañamiento a enfermos terminales y procesos de duelo.
Os dejo el enlace del centro donde podéis encontrar toda la información por si alguien de Barcelona se anima a venir: http://www.enbonesmans.es
De momento hay 8 personas apuntadas a la demostración, lo cual, para este tipo de temas y lo que yo estoy acostumbrada, es mucho. A ver si logro que se forme un pequeño grupo para poder hacer el curso completo. Sería genial.

Tengo otro proyecto entre manos pero es tan reciente y tan poco desarrollado que de momento prefiero no hablar de él.

O sea que, a nivel profesional, parece que se abren nuevas oportunidades.

He empezado mi nueva formación, Terapia Corporal Integrativa, una especie de Gestalt desde el cuerpo, para el cuerpo, con el cuerpo. Sólo he hecho un fin de semana y me siento feliz de hacerla, es muy potente e intensa.

Entretanto, en mi vida personal se van produciendo también nuevos acontecimientos.

A mi padre le han diagnosticado Alzheimer. La verdad es que ya todos veíamos que se entera cada día de menos cosas, que se desorienta y que no logra retener ninguna nueva información y sinceramente, que ahora le hayan puesto la etiqueta de "Alzheimer", me ha afectado poco; al contrario, me parece que es una manera de que mi madre sufra menos ya que hasta ahora lo llevaba muy mal por creer a veces que ciertas cosas mi padre las hacía a propósito y se enrabiaba como una mona. Ahora se lo tomará con más calma y además nos hemos puesto todos en marcha para aliviarla de su carga.
Trabajo con enfermos de Alzheimer y cada día conozco a más gente que dice disfrutar de sus padres dementes como no lo han hecho nunca antes: suelen llegar a un estado en el que les surge toda la ternura y dulzura que han reprimido estando "cuerdos". Me pregunto a veces si lo que llamamos locura no es más sano que lo que llamamos cordura.

Hace una semana mis hijos trajeron a casa la urna con las cenizas de su padre que, hasta ahora, estaba en casa de su viuda. Quién me lo iba a decir a mí!! Al principio me angustié bastante pero a la mañana siguiente me lo tomé con humor; al levantarme le fui a dar los buenos días y no puedo evitar pensar en las ironías de la vida: mira por donde volvemos a estar juntos (en cierta manera, claro está). Yo lo siento como la completud del círculo. Ahora sólo queda ponernos de acuerdo para llevar sus cenizas adonde él quería. El sábado se cumplieron dos años de su muerte.

Para finalizar dejo unas fotos de esta misma tarde. Cada mes celebramos los cumpleaños de los ancianos, hacemos una fiesta. Hoy, además de bailar con ellos, al final hemos puesto una canción de mi "época" (de cuando era más joven, vaya): Black is black, que me encantaba. Me ha dado por coger mi móvil y empezar a hacer una especie de play-back, interpretando la canción. Los abuelos se han puesto a aplaudir y finalmente he montado el numerito, con reportaje fotográfico incluido, realizado por mi compañera de trabajo, con mi fantástica cámara.

Y es que cada día me siento con más energía y me dejo más de tonterías. A disfrutar, que son dos días y antes de que nos demos cuenta estamos encerrados en una urna cual genio de la lámpara maravillosa, echos polvo, eso sí.

Morritos estilo Mick Jagger

En pleno trance

Sigue la actuación

dedicada a mi público

Finalizada la actuación, un cha-cha-cha con una de mis ancianas

Vuelta a la seriedad

miércoles, 16 de enero de 2008

La tinta azul de la memoria

Desde que volví al trabajo a principios de mes tras mis vacaciones, tengo la jornada reducida a la mitad, como ya he comentado en alguna otra entrada. Me quedan los lunes y los viernes libres. Este lunes pasado tuve dos primeras entrevistas con dos posibles clientes para terapia. El primero al mediodía. Me dijo "sí quiero" (jeje). Al salir, me fui andando a comer con dos viejitas encantadoras, una de ellas hermana de Nuria, mi amiga que murió en diciembre, que vino de París a pasar unos días a Barcelona.
El trayecto a pie fue de 20 minutos aproximadamente y me gustó. Hace tiempo que no tengo ocasión de andar y menos por Barcelona, en este caso por el barrio de Gracia, que me encanta. Al acabar la comida, me fui (caminando también) hasta el Hogar de Libro, en el Paseo de Gracia. 30 minutos más. Allí, me dirigí a un mostrador y pregunté:

  • ¿Tienen "La tinta azul de la memoria?
  • (la chica se va al ordenador y escribe) ¿La tinta azul de que??
  • (Yo, vocalizando bien y pronunciando lentamente) LA TINTA AZUL DE LA MEMORIA
  • (Ella, dirigiéndose a una compañera) Es de un tal Mariano Vega Alvárez, ¿te suena?
  • (La compañera) No, ya lo busco

Me dirijo hacia el lugar donde la compañera se ha subido a un taburete y busca. En ese momento, hubo unos segundos de incertidumbre en los que yo pensaba: ¿lo tendrán o no? y me di cuenta de que tendría una gran decepción si no lo tenían. Pero no, elige uno del estante y me lo tiende. Todo parecía ir a cámara lenta y cuando lentamente le dió la vuelta y vi la conocida portada del zurdo, me emocioné. No sé si sabré describir lo que sentí. En ese momento, Mariano se encarnó, tomó cuerpo y realidad en mí. Tener el libro en mis manos fue tomar consciencia de que en ese momento se establecía una comunicación más auténtica. Mariano existe, ha escrito un libro y lo tengo en mismas manos en este momento. No sé si a los demás que habéis comprado el libro y lo habéis leído os pasó algo similar o no.

Salí de la tienda, me senté en un banco del Paseo de Gracia para mirarlo, tocarlo y empezar a leer las primeras líneas, mientras me fumaba un cigarrillo. Genial.

Luego continué mi andadura a pie para la segunda cita del día, el segundo cliente que también pronunció las palabras mágicas del "Sí quiero". Vaya! de golpe tenía dos clientes semanales...

El regreso a casa, al contrario de lo que podáis creer, fue un calvario. De golpe me sentí muy, muy cansada. Al principio lo achaqué a lo mucho que había andado por lo poco que lo suelo hacer, aproximadamente una hora y media, pero yo misma me daba cuenta de que me engañaba: no podía estar tan sumamente agotada por esa causa. Una vez en casa, me di cuenta de que estaba absolutamente cagada de miedo. Tal como me ha dicho una amiga mía, "miedo escénico". Sentía terror ante la perspectiva de empezar a tener clientes en terapia y me hundía bajo el peso de la responsabilidad. En vez de sentirme contenta y feliz por tener la oportunidad de trabajar de lo que deseo y para lo que me he formado, con sangre, sudor y lágrimas (sobretodo lágrimas), sentía ganas de huir y olvidarme de todo. Me imaginaba yéndome a vivir en plena montaña, alejada de todo bicho viviente humano y plantar coles y nabos, que esos no tienen problemas de depresión, de sentirse vacíos o de no superar la muerte de un ser querido. ¿Quién me manda a mí meterme en esos berenjenales? ¿Y si no sirvo?

Me fui a la cama y me llevé La tinta azul. Seguro que Mariano había pasado por momentos difíciles desde que decidió escribir el libro hasta ese momento en que está publicado, hecho una realidad, en mis manos. Y supongo que ahora viene la parte de lograr que se venda y se lea, tarea nada fácil.

Ya he leído unas páginas y no quiero decir nada hasta que no lo haya acabado, estoy empezándolo.

Hoy ya he superado el miedo escénico y me siento con ganas y energías para tirar adelante mi propio proyecto y aceptar lo que llegue (y espero que sean muchos clientes!!). Y también te deseo a ti, Mariano, que vendas muchos, muchos libros!.

lunes, 14 de enero de 2008

El secreto

Los ojos me hacen "pampallugas" (creo que no existe esta palabra, al menos en castellano, pero es igual, ya me entendéis) de estar mucho rato delante de la pantalla. Regreso a casita-blog tras visitaros a muchos de vosotros, lo cual hago poco ya que mi trabajo se desarrolla lejos de los ordenadores y mis días de asueto...intento que también.


No sé si habéis oído hablar de un libro y una peli que se llaman El Secreto (The Secret). La peli no la he visto y el libro lo estoy leyendo. En resumidas cuentas viene a hablar del pensamiento positivo y de la lay de atracción. Me he resisitido a leerlo ya que he sido una gran detractora del pensamiento positivo. Me explico: por mi carácter, tengo tendencia a buscar siempre el lado positivo de las cosas, el aprendizaje que cualquier experiencia, por dolorosa que sea, comporta. Ese ha sido mi mecanismo neurótico para evitar el dolor, para no sentirlo, creyendo así hacerlo desaparecer. Craso error. El dolor sigue ahí, haciendo de las suyas, sin que yo me entere, perjudicándome desde mi inconsciencia.


He descubierto que lo que yo creía una gran virtud es mi peor enemigo: el pensamiento positivo puro y duro. Ha sido mi vía de escape, mi huida para adelante, la lucha conmigo misma desde la exigencia de ir siempre más allá de donde estoy para, simplemente, no sentir.


La no aceptación del dolor es la causa del sufrimiento. El dolor es inherente al ser humano. El sufrimiento no.


El pensamiento positivo es "positivo" (valga la redundancia), es útil y beneficioso si va acompañado de la emoción correspondiente. Si piensas una cosa y sientes lo contrario, aunque no seas consciente de ello, no sirve de nada o, mejor dicho, sirve para huir de esa emoción negativa, taparla, ignorarla.

Lo que yo hacía era estar mentalmente en la abundancia, en la alegría, en lo positivo e internamente, emocionalmente estaba en la carencia, en la queja, en la tristeza.... y no me enteraba. Lo que mostraba a los demás era esa cara con una sonrisa estilo profidén y recuerdo que me cabreé como una mona un día que una persona me dijo que tenía la mirada triste.


La sombra, la neura aparece por donde menos lo esperamos y por donde no podemos controlarla. Cuando me dí cuenta de que emocionalmente estaba agotada por la lucha que se libraba en mi interior por no aceptar mi lado oscuro, por no querer ver mi pesimismo interno, mi queja, mi mirada ciega puesta siempre en la carencia, en lo que me falta y no en lo que tengo, cuando pude finalmente ver que todo era un montaje mental que tapaba mi dolor, me derrumbé.


A veces es necesario que caiga la torre (y la mía era muy alta) para poder reconstruir con una base sólida. He descubierto que el dolor duele menos que el sufrimiento. Ahora, cuando siento dolor, le doy espacio, lo escucho y lo siento. Acepto mis momentos de tristeza sin intentar aparentar que todo está bien. Esa aceptación del dolor es la auténtica sanación, ya que sólo transitándolo con todas sus consecuencias puedo ver la luz al final del túnel. Esa luz es la auténtica alegría, la serenidad, la mirada puesta en la abundancia, en la ternura, en la amistad, en el amor. Desde esa placidez emocional puedo tener pensamientos positivos y dirigir mi energía hacia lo que yo quiero en mi vida, agradecida por lo que tengo.


La cuestión es aceptar lo que hay: si hay dolor, dolor; si hay tristeza, tristeza; si hay miedo, miedo; si hay angustia, angustia; si hay rabia, rabia, sin intentar cambiarlo, sin intentar rectificar nada, sin querer obviarlo ni esconderlo ni taparlo. Es una rendición, la entrega a lo que es, aquí y ahora.

Sólo desde esa aceptación y desde transitar el dolor, éste va menguando, disminuyendo hasta desaparecer. La lucha lo engrandece, la entrega lo deja indefenso.

La polaridad opuesta al dolor es el placer. Si me niego uno, me niego el otro; si acepto el primero, alcanzo el segundo.

El dolor auténtico es sereno. Cuando hay histrionismo, es una dramatización que nos impide sentir de verdad. O todo lo contrario: un helor que congela y también impide sentir.

En resumen, pensamiento positivo sí, si va acompañado de una auténtica sensación de bienestar que invade todo el cuerpo; porque somos seres que no sólo tenemos cerebro y la sincronía de todo es lo que nos proporciona autenticidad.

El secreto es la ley de atracción: atraemos aquello que pensamos, aquello que tenemos en mente. Pero cuidado!! si pienso: "no quiero estar enferma", el pensamiento es "estar enferma", incido en la idea de enfermedad por lo tanto atraeré enfermedad. Si lo pongo en positivo: "quiero salud", incido en la idea de salud; de la misma manera si pienso: "no quiero deudas", atraigo deudas; por lo tanto debo pensar en "quiero dinero".

Si internamente e inconscientemente no me considero merecedora de dinero, de abundancia, de salud, eso interferirá inmediatamente con mi pensamiento y lo neutralizará, por lo que eso que deseo mentalmente no llegará a mi vida.

Os dejo un vídeo del Secreto. Asó os haréis una idea sobre el tema de esta peli y de su libro.

sábado, 12 de enero de 2008

Pequeñas cosas

  • El día 9 fue el cumpleaños de mi hija: 23 primaveras. Sara es una chica que desde muy pequeña siempre ha sabido lo que quiere y, pasito a pasito, va a por ello sin ceder un milímetro. Cuando era una enana que ni hablaba todavía, la llevaba a comprar zapatos y elegía ella. Más de una vez alguna vendedora me "reprimendaba" diciendo que cómo dejaba a una niña tan pequeña escoger sin imponer yo la decisión. La respuesta era sencilla: si no le gustaban simplemente no se los ponía ni había forma de ponérselos a riesgo de montar un cirio y como lo de los zapatos era un detalle más del fuerte carácter de mi hija, su padre y yo acabamos por establecer prioridades a la hora de imponer nuestra autoridad y cedíamos en lo que nos parecía menos importante. La ocasión en que nos dejó a los dos con un palmo de narices fue cuando, con 17 años suspendió primero de bachillerato. Había elegido el científico diciendo que quería estudiar veterinaria. Suspendió el curso y el tutor nos avisó de que dudaba que nunca pudiera aprobarlo. Su padre, del que yo ya estaba separada, decidió cambiarla del instituto público a una buena escuela privada y quería que cambiara del científico al tecnológico. Ella se negó en rotundo: quería repetir en el mismo instituto donde ya conocía a profesores, asignaturas, libros, materias etc. y quería seguir en el bachillerato científico para acceder a la facultad de veterinaria. Su padre se enfadó muchísimo y yo le dije que si él tenía razón, era ella la que se tenía que dar cuenta del error y que yo la apoyaba en su decisión. Sara aprobó la repetición del curso con matrículas, aprobó la selectividad y sacó la nota para poder entrar en veterinaria. Actualmente está en 4º curso y empieza a dar señales de querer irse a vivir por su cuenta.

  • El día 10 mi hijo Alex aprobó el examen del carnet de conducir. Recién cumplidos los 18 ya empieza a ser muy autónomo. Así como confío plenamente en las capacidades y decisiones de mi hija y si se equivoca sé que sabrá salir sin ninguna duda, reconozco que con Alex es diferente. Me cuesta confiar en él, lo veo immaduro y poco emprendedor, con muchos pajaritos en la cabeza. Sé que es problema mío y me voy currando la confianza en él y en su proceso. Sufro con sus fracasos y errores y tengo tendencia a sobreprotegerlo.

  • El día 11 una de mis mejores amigas inauguró un centro de terapias en Barcelona. Fue todo un éxito y contacté con varias personas que ella me presentó, interesadas en las actividades terapéuticas que desarrollaré en su centro. El día 14 tengo dos primeras entrevistas para terapia individual y la posibilidad de iniciar en breve uno de mis cursos.

El 2008 está empezando con cosas buenas para mí y los míos.

Estoy contenta.

lunes, 7 de enero de 2008

OCHO


Visitando el blog de una nueva visitante del mío, Isobel, me encuentro con un título sugerente: del ocho al infinito. Y es que el 8 tumbado es el símbolo de la Lemniscata, el símbolo del infinito

Más allá de este detalle, numerológicamente el 8 represente la materialización de proyectos, el doble 4, que es la cuadrinidad, lo material. También es un número kármico, lo cual quiere decir que en años 8 o los que tengan algún 8 en su fecha de nacimiento han venido a esta vida a limpiar karma, a cerrar temas abiertos en otras vidas (para los que creen en la reencarnación).




8 es también la carta de La Justicia en el Tarot. Equlibrio, perfección, entendida ésta como la perfección de lo imperfecto, de lo humano. Representa a la Justicia Divina, más allá de la humana, algo que está por encima nuestro, algo más grande.


Si sumamos 2008, nos da 10, que es la Rueda de la Fortuna en el Tarot y nos indica momento de cambios, de cierres y de nuevos inicios, donde nosotros decidimos donde ponemos nuestra energía; toma de decisiones y posibilidad de caer en los mismos errores una y otra vez, repitiendo patrones de conducta que nos perjudican o bien salirnos de ellos y dejar atrás lo que ya no nos sirve para cambiar de dirección. Esos cambios y esos cierres pueden ser dolorosos al separarnos de cosas, personas y circunstancias a los que estamos apegados, pero la vida nos pone ante esas situaciones para darnos nuevas oportunidades en nuestro proceso evolutivo.



El camino para conseguir superar los retos de la Rueda de la Fortuna es el Mago, número 1, reducción del 10. El Mago es el personaje que tiene muchas herramientas, que nos indica que si sabemos utilizar todo nuestro potencial podemos alcanzar todo lo que deseamos. Está conectado con el cielo y con la tierra, ser humano y divino.



Disfrutad del 2008 y... suerte con los retos!!!

sábado, 5 de enero de 2008

¿Lóbulo derecho o lóbulo izquierdo?

Cómo no logro que veáis la imagen, la he buscado en internet y aquí os dejo un link donde sí podréis verla:

http://www.taringa.net/posts/961674



¿Ves a la bailarina de la imagen girando en el sentido de las agujas del reloj o en sentido contrario? Si la ves dando vueltas en la dirección de las manecillas del reloj, entonces usas más el lóbulo derecho de tu cerebro; si la ves dando vueltas en el sentido contrario a las agujas del reloj entonces predomina tu lóbulo izquierdo.
La mayoría de las personas la verán girar hacia la derecha.
¿Y tú hacia dónde la ves girar?

(Compáralo con dos personas a la vez y verás otra curiosidad…)¿Qué significa esto?
Algunas investigaciones médicas han demostrado que los lóbulos de nuestro cerebro dictan ciertas características de nuestra personalidad. Lado derecho predominante:Utilizas los sentimientos.Percepción espacial.Impetuoso.Orientado al riesgo.Manda la imaginación.Lado izquierdo predominante:Utilizas la lógica. Orientado al detalle.Práctico.Aversión al riesgo.La imagen de la bailarina girando, es un ejemplo clásico de una ilusión óptica. La imagen no está realmente girando en una dirección o la otra. Es simplemente una imagen de doble dimensión creada de tal manera que se mueve constantemente de un lado a otro, sin embargo nuestro cerebro no ha evolucionado para interpretar el mundo en dos dimensiones sino de manera tridimensional. Por tal razón, nuestro proceso visual asume que estamos viendo la imagen en 3 dimensiones y usa las características de la imagen para interpretarlo de tal manera. También podríamos decir que al no tomar en consideración todas las características de la imagen el cerebro arbitrariamente decide la mejor posibilidad, es decir si gira hacia la izquierda o hacia la derecha. Una vez el cerebro hace esta elección la ilusión es completada y vemos una imagen tridimensional que gira según la elección de nuestro cerebro.

Al mirarla, al principio sólo la veía girando en el sentido de las agujas del reloj. Le he pedido a mi hijo que me dijera que veía él y la veía al contrario hasta que me ha dicho que la veía cambiar. Entonces me he fijado sólo en sus piernas y ahora la veo dar medio giro en un sentido y medio giro en el otro. Curioso.






Reportaje fotogràfico con mi nueva cámara

Así empezaba yo el año 2008, bebiendo cava. Y éste es un recorrido por mis días de vacaciones en el Pirineo:



Bebiendo cava en los primeros minutos del 2008


Lo que veo desde mi casa. Atardecer

Plantando un árbol


La ciudadela de Mt.Louis



El Pla de Barrès al atardecer



El río que baja del Lac des Bouillouses


Las pista de esquí de St.Pere dels Forcats


Maia


Buda


Scarlett al lado del fuego



Le Cambre d'Aze



Pasando bajo un tronco inclinado por la nieve


Ana admirando el río



Paisaje



Mi casa vista desde casa de Nuria



Maia




Ana



Más vista desde mi casa


viernes, 4 de enero de 2008

Un repasillo al 2007

Ja hi som, ya estamos en el 2008. Muchos de vosotros habéis hecho balance del 2007, sobretodo en los últimos días de este año que ya es pasado. Habitualmente yo también suelo hacerlo y también suelo hacer algún ritual en la noche de fin de año, algo así como echar al fuego (literalmente) una lista con lo que quiero eliminar de mi vida: apegos, dependencias, actitudes que me perjudican, etc. Y hago otra con lo que quiero conseguir, lo que quiero mejorar en mí.

Este año no he hecho nada de todo esto. Ni el balance del 2007 ni la lista para echar al fuego ni la de los objetivos, ni ritual alguno de ningún tipo. La verdad es que ha habido varias circunstancias que han dado como resultado que no lo hiciera aunque mi intención fuera llevarlo a cabo. Y eso me va de perlas para enlazar con lo que os quería contar hoy en esta entrada.

Me da bastante igual no haberlo hecho este año por la sencilla razón de que, a pesar de creer en los actos simbólicos como puntos de partida de una actitud a desarrollar, antes los necesitaba y ahora mismo, no. Este año estoy sintiendo y entiendo lo que significa el poder de la intención, de la voluntad, de poner mi energía decididamente en algo y soltarlo. Sí, soltarlo, como se deja ir una flecha una vez que he plantado firmemente mis pies en el suelo, he tomado el arco, he colocado la flecha contra la cuerda y he apuntado a mi diana, tensando todo mi ser, poniendo toda mi intención en que llegue ahí donde yo he elegido. Una vez la flecha sale disparada, ya nada depende de mí. Muchos factores pueden influir para que llegue o no al lugar por mí elegido. Entonces es cuando me puedo relajar y simplemente observar el resultado de todos los factores, los míos y los del entorno.

Hay otro factor que considero importante: la voluntad sostenida, es decir, la perseverancia. No basta con decidir un día: quiero esto o lo otro. Cada día pongo toda mi energía, toda mi intención en eso que quiero alcanzar y me reafirmo en ello. No sólo desde la mente, sino con todo mi ser, desde las tripas, con total convencimiento. Puede que los resultados no sean inmediatos y ahí entra la paciencia acompañada de la persistencia y del convencimiento interno de que eso llegará a mi vida, la confianza.

En el año 2007 conseguí mi trabajo de trabajadora social en la residencia geriátrica. Casi simultáneamente, me rompí un tobillo y sólo empezar tuve que estar 15 días de baja. De esta lesión aprendí lo mucho que me cuesta pedir ayuda y mostrar mi vulnerabilidad, aceptar mi fragilidad y mi necesidad de los demás.
En el mes de abril llegó Maia a mi vida: mi gato, que se ha hecho un precioso felino, cariñoso y juguetón. Aparte de hacer la siesta conmigo y hacerle la vida imposible a la vieja gata de mi hija, lo que más me llama la atención de Maia es que parece oler cuando me voy a mi habitación a meditar. Cuando acabo lo suelo encontrar tumbado a mis pies, frente a mí, mirándome o durmiendo.

En agosto me fui a Marruecos. Muchos habéis leído mi crónica del viaje. Fue una semana repleta de bellas experiencias y mi reencuentro con una gran amiga que hacía tiempo que no veía.

En septiembre pasé unos días sola en la casa del Pirineo que mi marido y yo construimos. Al separarme, no tuve más remedio que renunciar a ella, con todo el dolor de mi corazón. Ese rincón de la Cerdanya francesa es para mí un refugio para mi alma, que perdí durante 7 años. Al morir el padre de mis hijos, dejó usufructuaria a su mujer y propietarios a mis dos hijos y a la hija de ella. Con esa situación que él expresó en su testamento, hasta mis hijos creyeron no poder poner más los pies allí si ella decidía alquilar la casa para obtener unos ingresos. Pero el tiempo suele poner las cosas en su sitio y finalmente han llegado a un acuerdo por el que mis hijos son los actuales y únicos propietarios de la casa y eso fue lo que propició que yo pudiera volver a mi querida casa.

Necesitaba estar sola ya que me había discutido y enfadado con uno de mis mejores amigos, al que creí perder definitivamente. Estuvimos un mes sin hablarnos y posteriormente pudimos solucionarlo con mucho amor.

Esos mismos días en la montaña, pasé los últimos días con mi querida Nuria, celebrando su cumpleaños, el último.

En diciembre he acabado mi formación como psicoterapeuta y me he propuesto firmemente trabajar de ello, no sólo porque me gusta sino también porque mi horario como trabajadora social se reduce a la mitad de lo que ha sido hasta ahora. Por un lado desestabiliza mi economía y por otro me da la oportunidad de dedicar más tiempo a lo que realmente quiero hacer y si logro suficiente trabajo como terapeuta, la combinación es perfecta: medio sueldo fijo y con cotización a la Seguridad Social y el otro medio más inestable y para mí más productivo y placentero.

También en diciembre ha muerto Nuria y me ha dejado muy triste, aunque con el alivio de una buena muerte y el final de sus dolores.

Los últimos días del año los he pasado en La Cerdanya con mis mejores amigos, situación impensable hace tan sólo dos meses. Ahí se me han cruzado mis dos vidas, lo cual no ha sido fácil: estar en la casa que construí con mi marido con mis amigos actuales. Una mezcla que me ha costado y aún me cuesta digerir. Siempre he tenido muy separadas mis dos vidas, a partir del momento en que me separé, nunca antes se habían encontrado. Y son muy diferentes.

Aquí lo dejo. En post aparte colgaré fotos que hice en esos días con mi nueva cámara. Espero que las disfrutéis.