jueves, 20 de diciembre de 2007

Nuria




Nuria
Esta noche pasada ha muerto una mujer a la que adoraba y quería con locura. Era recíproco. Nuria me quería como a una hija. Me lo demostraba y me lo decía. Y yo a ella. Era como una segunda madre para mí. Nos lo contábamos todo, las alegrías y las penas, las preocupaciones y los proyectos. Nos ayudábamos en lo que podíamos, pero sobretodo y por encima de todo, nos queríamos. Ella vivía en París, yo en Barcelona. Nos veíamos una vez al año, en verano en nuestras queridas montañas del Pirineo, en la Cerdanya. Éramos vecinas allí, una casa al lado de la otra, con una puertecita de madera, siempre abierta, que separa los respectivos prados de verde hierba.

Nuria tenía 81 años. Los cumplió el pasado 8 de septiembre y tuve la fortuna de celebrarlo con ella y su marido Johnny. Su último cumpleaños. Me invitaron a comer a un restaurante con una preciosa terraza, allá arriba, entre picos y vacas, en el Lac des Bouillouses. Hacía un día precioso y comimos un chuletón de buey que se salía del plato. Ella ya no tenía dientes y le corté la carne a pequeños pedacitos para que pudiera comerlos. Es el mejor recuerdo que puedo tener de la última vez que la ví, feliz entre sus montañas.

Era tía y madrina del padre de mis hijos. A pesar de la separación entre él y yo, Nuria siempre mantuvo el contacto conmigo y me ayudó en los peores momentos. Poco a poco, a lo largo de los años (33 en total) se fue tejiendo entre ella y yo esa relación maravillosa que nos unía desde lo más profundo de nuestro corazón.

Nos decíamos sin miramientos que nos queríamos y sabíamos que así era aunque nos separara la distancia. Nos llamábamos de vez en cuando. Ella siempre me decía que me añoraba, que ojalá viviéramos más cerca porque me echaba de menos. Cuando me separé de ella esta última vez, me dijo y me insistió: ven a verme a París, ven a verme a París.
Le contesté que me era difícil, el trabajo, los hijos, los padres, el dinero.... y ella siempre me decía: por el dinero no, te lo envío y te compras el pasaje.

No he ido a verla, ni tan siquiera la he llamado desde septiembre. Estos días pensaba en ella: quiero llamar a Nuria, no sé nada de ella desde el verano y ella tampoco me ha llamado. Bueno, ahora que llega Navidad, la llamaré para felicitarle las fiestas.

He llegado tarde. Nuria se ha ido y yo no puedo contener las lágrimas. Llevo todo el día llorando su ausencia. La noticia de su muerte me ha pillado por sorpresa. Me cuesta imaginar volver a la Cerdanya en verano y que ella no esté. No paro de oir su voz diciéndome: Ana bonica, t'estimo!!!!

Jo també t'estimo Nuria, t'estimo moltíssim. Ja saps, ni la distància ni la mort faran que deixi d'estimar-te.

9 comentarios:

Isabel Burriel dijo...

Lo siento mucho guapa. Espero que lo lleves bien.
Un beso

Desesperada dijo...

Ana, no te tortures: ella sabía cuánto la querías aunque hiciese tiempo que no se lo decías. Lo siento muchísimo, chuliña. Si me necesitas ya sabes dónde encontrarme. Un bico enorme.

Mariano Zurdo dijo...

Un abrazo enorme para ti, para johnny y otro para nuria.
Un besazo.

Irreverens dijo...

Coi, m'has fet plorar i tot.

Una abraçada ben forta, guapa.
Desitjo que el dol et deixi ben aviat una estela de serenor.

tootels dijo...

Creo que no deberías machacarte niña... Ella sabía que estabas ahí, aún an la distancia, claro que le hubiese gustado que estuvieses con ella siempre, pero así era y así será...
Mucho ánimo niña, ya no llores más, utiliza los buenos recuerdos para sonreír y tenerla siempre presente. Me encantaría abrazarte para darte algunas de mis fuerzas (aunque creo que te sobran, eh?)
Un besote, asiiiii de grande.

A través del velo dijo...

Gracias a todos por estar ahí y por darme ánimos. No me machaco,simplemente me sabe mal no haberla llamado en este tiempo.
Me deja un regalo precioso, esos días que pasamos juntas en septiembre coincidiendo con su cumpleaños y sobretodo, sobretodo, el amor que nos dábamos la una a la otra y que sigue dentro de mí. Me ha enseñado algo: donde hay amor de verdad no hay espacio para el orgullo y vale la pena expresar ese amor tantas veces como podamos y nos salga del alma porque al final, eso es lo que queda.
Feliz Navidad a todos y un abrazo fuerte con mucho afecto.
Ana

MonikaMDQ dijo...

Hola An,
decirte casi lo mismo que el resto, que no te atormentes pensando "no la llamé" o esto y aquello...
Mejor recordá todo lo bueno que vivieron juntas y ese amor que decis que se tenían. Verás como te alivias... En fin, ojalá lo superes pronto y pienses que ella ya debe saber que la estás extrañando.
te mando un fuerte beso y que sepas que asi a la distancia, te aprecio muchisimo An!
Tu amiga argentina

PASEO MAGICO dijo...

Ana, sigue adelante, amándola como siempre y teniéndola cerca en tu corazón.
Un abrazo y fuerza!

tutu dijo...
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