sábado, 13 de febrero de 2010

No tengo un cuerpo, soy un cuerpo

El cuerpo es un indicador constante y fiable de lo que ocurre en nuestro mundo interior. Nuestra forma de movernos y actuar viene determinada por la imagen que nos hemos hecho de nosotros mismos y de nuestro cuerpo a lo largo de nuestra vida.
El cuerpo crea una coraza muscular como sistema defensivo paranoide de su entorno, provocando un bloqueo energético e impidiendo la fluidez y la expansión de la energía. Cuando esto sucede deja de estar al servicio del trabajo, de las actividades, de las relaciones con el mundo para volverse contra sí. Lo que en algún momento nos ayudó a defendernos de nuestro entorno ahora nos separa del mundo y nos encierra en forma de armadura.
El individuo acorazado no puede emitir un suspiro de placer, es incapaz de lanzar un grito de cólera o de imitar de forma convincente el dar puñetazos de rabia sobre un cojín.
El primer objetivo del trabajo corporal es que el paciente llegue a darse cuenta del conflicto interno del cual la tensión es solo una parte. Aprender a suprimir el control que se ejerce sobre él, escucharlo y restablecer su ritmo.
Nuestro cuerpo está capacitado para auto-sanarse a sí mismo de heridas, enfermedades y más, siempre que le proporcionemos las condiciones adecuadas para que esto ocurra.
Nacemos con la potencialidad de una estructura integra pero los accidentes de la vida, desvirtúan dicha integración, produciendo inestabilidad y pérdida de energía, sin embargo con el trabajo adecuado puede modificarse esta estructura y reorganizarse.
Liberando las energías psíquicas bloqueadas como conflictos, por medio del trabajo corporal, pueden desbloquear el cuerpo para redescubrir su funcionamiento natural
Cabe resaltar que la gestalt presta una especial atención a la comunicación corporal del paciente, atendiendo a la respiración, la postura, la coordinación, la fluidez de los movimientos, la expresión de la cara, los gestos y la voz.
El movimiento espontaneo emana de la máxima profundidad del individuo. Es favorable acompañar este movimiento, aunque Claudio Naranjo señala que cualquier enfoque corporal serio necesita tiempo para la instrucción y algo de dedicación constante por eso no basta con el simple acompañamiento de lo que surja espontáneamente.

PIEDAD.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola Ana. Hace tiempo que te leo, ya te escribí una vez para pedirte sobre algún libro.
Últimamente escribes más textos de otros que tuyos, y sólo quería decirte que éste que comento me ha encantado, quisiera saber si es parte de algún libro. Y también quería que supieras que a mí personalmente me gustaba mucho cuando escribías experiencias y pensamientos propios, me resultaban siempre muy cercanos.

gracias por tu blog, lo sigo con ganas, las mismas que se me han abierto últimamente, no sé si tendrá que ver tu blog, a introducirme en el tema de los duelos, no sólo de muerte. Por cierto, pienso que la película "despedidas" del 2009 te gustaría.
Un abrazo, he pensado alguna vez el intentar ir a conocerte, quizá lo repiense alguna vez a ver si hay suerte.

A través del velo dijo...

Hola Anónimo
No sé de qué libro forma parte este texto, lo he sacado de varias publicaciones que se hacen con respecto a Claudio Naranjo y que están acordes a la terapia Gestalt. Hay varios libros que hablan del cuerpo, te recomiendo especialmente alguno de Lowen, por ejemplo, "El lenguaje del cuerpo".
En estos momentos voy alternando cosas mías con estas publicaciones que me parecen muy interesantes. Es cierto que escribo menos de mí misma, supongo que son épocas. Gracias por decirme que te gustaba.
No conozco la película, intentaré verla.
¿Qué decirte del tema de los duelos? a mí me apasiona y me ayuda a vivir más y mejor.
Gracias por tu comentario
Un saludo