Los que me conocen (poquitos aún aquí) saben que es en mí casi obsesivo autoconocerme.He recorrido ya un bastante largo camino en ese sentido y cuanto más avanzo más me doy cuenta de lo poco que sé de mí misma, de forma similar a la célebre frase: sólo sé que no sé nada. Y así estoy yo ahora. Recientemente he dado una vuelta de tuerca más al tema y lo que he encontrado no me ha gustado... casi siempre suele ser así. Lo que ignoramos de nosotros mismos es justamente aquello que menos nos gusta, esa sombra de la que hablaba Carl G.Jung y que ha hecho correr ríos de tinta entre diferentes psicólogos y psicoterapeutas de diferentes épocas y tendencias.
En esta ocasión he tocado un núcleo bastante profundo (aunque siempre creo que lo es y supongo que en cada ocasión es realmente más profundo que el anterior). Ha sido y es doloroso.
Hoy, ya pasados unos días puedo hablar y escribir un poco sobre ello. Hasta ahora he estado recluida en mi cueva asumiendo e intentando aceptar algo de mí que me ha asustado y me hace replantearme muchas cosas de mi vida.
Lo paradójico de la historia es que, hablándolo con unos pocos amigos muy íntimos, me ha sorprendido que ellos le han dado mucha menos importancia de la que yo le doy y no sólo eso sino que ellos veían eso en mí, eso que yo he sido incapaz de ver en mí misma hasta ahora y, a pesar de ello, me aceptaban y querían. Ha sido una gran lección ya que uno de mis miedos era justamente ver alejarse a personas queridas por sentirme falsa, al haberme engañado a mí misma y por lo tanto a los demás.
Estoy replanteándome seriamente esa obsesión en avanzar y avanzar y avanzar en el autoconocimiento, con una exigencia que ahora sé que es completamente neurótica. Y empezar a disfrutar, aceptando lo que hay en mí, sin más. Y dejar de perguirme y persecutarme intentando lograr.....no sé exactamente qué.
4 comentarios:
Somos lo que hacemos. Por tanto, para empezar esta difícil tarea del uno mismo, empezar por esas cosas, pues es un buen principio. Y depués, pues, las circunstancias, mucho más importantes de lo que realmente creemos; pero muuucho más...
Gracias por tu visita, 1 saludo y muy bien tu blog!!! (escribir para uno mism@, pero públicamente)
es bueno conocerse a sí mismo, siempre sabiendo que tus errores son parte integral de tí, que no debes restregartelos a cada instante, solo asumirlos y aprender de ellos, y aquellos que te quieren bien, siempre te aceptaran con tus defectos y virtudes, sin cuestionar, sin reprochar, sin evadir, lo esencial, es que te quieren y ya, y tu debes aprender a quererte del mismo modo, aceptando quien eres con tus pro y tus contras, cuando eso ocurra, te sentirás más cómoda contigo y empezarás a disfrutar..
en un blog, encontré algo que ya había leído yo antes, y quisiera compartirlo contigo..
He ido dónde y cuándo he querido –miró hacia el mar- es extraño. Las gaviotas que desprecian la perfección por el gusto de viajar, no llegan a ninguna parte, y lo hacen lentamente. Los que se olvidan de viajar por alcanzar la perfección, llegan a todas partes, y al instante. Recuerda Juan, el cielo no es un lugar ni un tiempo, porque el lugar y tiempo poco significan... hasta que logres volar por el pasado y el futuro. Y entonces, estarás preparado para empezar lo más difícil, lo más colosal, lo más divertido de todo. Estarás preparado para subir y comprender el significado de la bondad y el amor… extracto “Juan Salvador Gaviota de Richard Bach”
saludos
Juan Salvador Gaviota.... hace tiempo lo leí, me gustó.
Aprender a quererme, en ello estoy. Ahora siento mucho cansancio, mucho...y no siempre sé expresar lo que necesito, lo que quiero. En fin anónimo, gracias otra vez por tus palabras.
Ana, el cansancio, es producto del desánimo, ya sabes, la fuerza proviene de tí, y tú debes proporcionarte ese ánimo, es difícil en verdad, pero como dice el dicho "querer es poder".. no te dejes vencer, todos hemos vivido depresiones en la vida, el saber salir de ellas y superarlas es la clave, debes tener la confianza de quién eres en la vida, y lo lejos que has llegado en ella, mira en tu entorno, hay muchos que te quieren bien, usa ese cariño como pilar para sacar aquella fuerza que existe en tí..
Yo también he vivido esas mismas depresiones, y sé lo difíciles que pueden ser de superar, pero no me rindo, ni me entrego, puede que en momentos esté triste, es entonces cuando busco lo bueno que hay en mí, y en la sonrisa y el afecto que recibo de los míos, es entonces, cuando me acuerdo de sonreir..
Saludos
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