Ayer por la tarde al llegar a casa después del trabajo mi hija me dice:
-Mamá, te ha llamado un admirador
- ¿Un admirador? (cara alucinada) ¿qué quieres decir?
- Hace un rato ha llamado un hombre pidiendo por tí y al decirle que estabas trabajando, que yo soy tu hija y preguntarle que de parte de quién ha dicho que era un amigo tuyo y que hace años que no habláis. No he logrado que me dijera quién era.
-Ah (cara pensativa)...¿qué tipo de voz tenía?
- Grave
-¿Edad?
- (cara "qué pesadita es mi madre") de tu edad más o menos
-(Silencio por mi parte y cara de intentar adivinar quién coño podía ser)
No cada día me llaman antiguos amigos, amantes, novios que además no dicen quién son.
Y ya me véis desde ayer intentando adivinar o más bien imaginar al personaje en cuestión. Me ha venido una sola persona a la mente y puede que esté completamente equivocada porque en realidad no tengo ni la más mínima idea, pero como tengo tendencia a dejar volar la imaginación y montarme mis propias películas, ya casi he llegado a la conclusión de que sólo puede ser él. He imaginado incluso de quién ha conseguido mi teléfono y la conversación que ha tenido con la persona que se lo ha facilitado. Me he imaginado que vuelve a llamar, que es él y que quedamos para tomar algo. La historia completa. La sorpresa me la llevaré si llama y resulta que para nada es quién me he imaginado!!
Hace muuuuchos años trabajé en una agencia de viajes. Había estudiado turismo (mi familia me llamaba la turista) y estaba en una mayorista de viajes organizados, de esos de si hoy es martes esto es Bélgica pero de lujo y viajes de larga distancia. Una vez al año yo iba de guía de uno de los grupos. Gracias a este trabajo he viajado bastante: Bangkok, Hong Kong, Bali, Singapur, Japón, Egipto...de profesión viajera como hoy me ha dicho una niña de 6 años: yo, de mayor quiero ser viajera, a lo que le he contestado: ¡¡como yo!!
Me hice muy amiga de Magda, compañera de trabajo, algunos años mayor que yo. Hace ya años ella murió por una enfermedad. Magda tenía un lío con un tío de la oficina, que estaba casado pero era un ligón seductor de mucho cuidado. Como también él viajaba mucho, más que yo, tenía amantes por todos lados y durante una temporada trabajé a sus órdenes y me tocaba cubrirle las espaldas si llamaba su mujer preguntando cuándo regresaba.
Magda me pidió en varias ocasiones que saliera con ellos dos cuando tenían intención de liarse para que en el despacho nadie sospechara. Yo, que tenía 22 añitos, accedí y me acostumbré a salir con ellos dos a tomar algo, tras lo cual yo me iba a mi casa y ellos a donde les diera la gana. La cosa se complicó cuando él empezó a seducirme a mí. Yo estaba en un mal momento afectivo ya que había roto con mi novio de varios años (luego se arregló y me casé) y él me subía la moral y la autoestima como nadie. Nunca me enamoré de él, pero reconozco que me encantaba cómo me trataba... si no llega a ser por Magda a la que yo sentía que traicionaba.
Imaginaros el lío: él, casado, liándose con mujeres de medio mundo y con mi amiga; ella, soltera y necesitada de afecto, aferrándose a un tarambana como él; yo, con un novio que en aquel momento no lo era, hecha polvo, amiga de Magda y seducida por él, un tío mayor que yo, guapo, atractivo.
Estuvimos a punto de liarnos, incluso hubieron ciertos escarceos, toqueteos, caricias y besos...hasta que un día nos fuimos él y yo a escondidas de Magda a hablar y le dije que yo no quería seguir así, que él me gustaba pero que no estaba enamorada de él y mi sorpresa fue que él me dijo que él de mí sí. Me eché a reir y le recordé que sabía de tooodas sus aventuras y que por qué me iba a creer que de las otras no y de mí, sí. Me contestó que no era ni la más guapa ni quizás la más inteligente de las mujeres que había conocido, pero que tenía algo especial que no sabía definir que le enganchaba de mí, aparte de no caer rendida a sus pies como lo hacían las demás.
La misma tarde hablé con Magda y se lo conté todo. Nos sentimo más unidas que nunca y supimos que un hombre no iba a conseguir enemistarnos. Ella siguió viéndolo a él cuando le apetecía y al poco tiempo yo volví con mi novio. Tuve una última conversación con él, cuando le anuncié, pues eso, que volvía con Alberto. Y ese día me sorprendió aún más: me dijo que él me veía al día más horas que Alberto y que haría todo lo posible porque yo me enamorara de él y que si eso no ocurría, pasaran los años que pasaran, él siempre estaría dispuesto para mí. Dejé mi trabajo en la agencia un par de años después, ya casada y a punto de tener a mi hija.
No lo he vuelto a ver desde entonces, han pasado muchos años, y curiosamente siempre me he sentido unida a él por un extraño vínculo. Puede que sea narcisismo por mi parte, pero siempre he creído que fue sincero cuando me dijo que estaba enamorado de mí.
Y es él el que me ha venido a la mente cuando mi hija me ha dicho lo de la llamada. Tenemos un amigo en común con el que tengo cierto contacto y que un día me dijo que de vez en cuando hablaba con él.
Si algún día descubro quién es ese admirador secreto.... os lo cuento!!!
6 comentarios:
¡Toma ya!
:-O
¡Jajaja! ¡Ana, qué emocionante!
Y, por lo que cuentas, no me extrañaría nada que fuera él... Realmente, a los hombres tan seductores y veletas les encanta dar con una mujer que sea capaz de "resistírseles"...
Pues, nada, si te apetece, ya nos contarás.
:)
Petons
Tu historia me ha traido tambien ciertos recuerdos de amores pasados imposibles y de imaginarme futuros reencuentros... estare impaciente por saber quien es este misterioso admirador...
La verdad es que igual me equivoco de todas todas, pero me ha hecho recordar esa época y sólo por eso ha valido la pena. Si aparece ya os contaré.
Un beso
Es genial! me encantó cada detalle, ya contarás mas, es muy intrigante el "asunto"
besotes
ANITA PARECE EL GUIÓN DE UNA PELI... DEJA SIEMPRE QUE VUELE TU IMAGINACIÓN, QUE LO HACE MUY PERO QUE MUY BIEN...
nunca mais
Lo haré Tootels, lo haré....
Publicar un comentario