martes, 25 de septiembre de 2007

Dire Straits - Brothers In Arms

Brither in arms, de Dire Straits, otra de mis canciones preferidas.

Le elijo hoy porque siento que he estrechado lazos con un amigo al que esta misma mañana he creído perder.

Hizo algo que me dolió mucho. Como soy bastante temperamental, de entrada me cabreé mucho y, como me conozco, no le dije nada. Le hubiera cortado la cabeza con mi hacha de doble filo y se hubiera acabado.

Sé que cuando algo me pone tan furiosa, algo hay de mí misma que no quiero ver y menos en ese estado en el que me quedo ciega de rabia y no soy capaz de ver nada más que mi dolor y mi dignidad tirada por los suelos. Me he pasado el fin de semana dándole vueltas al tema en el coco... total, acabé con una migraña de la ostia.

Esta tarde he conseguido parar el coco, he podido mirar dentro de mí y ver qué coño me estaba tocando a mí y qué faceta oscura surgía a la luz.

Le he dado espacio al dolor y a la tristeza, a la rabia y al cabreo, sin escaparme yéndome a la mente, con la atención puesta en la parte física donde sentía toda la emoción y poco a poco, ha ido menguando. Justo en el momento en que ya me he sentido más tranquila, me ha llamado mi amigo.

Le he podido explicar con serenidad lo que me había pasado y lo que me había dolido de él. Inmediatamente, me ha dado la razón, me ha pedido disculpas y hemos podido hablar de muchas otras cosas. Hemos aclarado temas pendientes por ambos lados, nos hemos sentido liberados por poderlo hablar con esa confianza y los dos nos hemos sentido más libres y al mismo tiempo más unidos que nunca.

Nos hemos emocionado y hemos llorado juntos al teléfono.

Nos hemos despedido con un "te quiero" fraternal, sincero y profundo.

Brothers in arms......

domingo, 23 de septiembre de 2007

Video standby de extremoduro

La primera vez que vi este vídeo me impresionó. No soy aficionada a Extremoduro pero esta canción me llega al alma. Me la enseñó un amigo e inevitablemente pienso en él cada vez que oigo y veo este clip.
Me emocionan tanto el poema "Ideario" de Francisco M. Ortega Palomares como la canción de Extremoduro.

"IDEARIO"
Me da vértigo el punto muerto
y la marcha atrás,
vivir en los atascos,
los frenos automáticos y el olor a gasoil.
Me angustia el cruce de miradas
la doble dirección de las palabras
y el obsceno guiñar de los semáforos.

Me da pena la vida, los cambios de sentido,
las señales de stop y los pasos perdidos.
Me agobian las medianas,
las frases que están hechas,
los que nunca saludan y los malos profetas.

Me fatigan los dioses bajados del Olimpo
a conquistar la Tierra
y los necios de espíritu.

Me entristecen quienes me venden clines
en los pasos de cebra,
los que enferman de cáncer
y los que sólo son simples marionetas.

Me aplasta la hermosura
de los cuerpos perfectos,
las sirenas que ululan en las noches de fiesta,
los códigos de barras,
el baile de etiquetas.

Me arruinan las prisas y las faltas de estilo,
el paso obligatorio, las tardes de domingo
y hasta la línea recta.

Me enervan los que no tienen dudas
y aquellos que se aferran
a sus ideales sobre los de cualquiera.

Me cansa tanto tráfico
y tanto sinsentido,
parado frente al mar mientras que el mundo gira

Francisco M. Ortega Palomares "Ideario"
(Cuenta atrás)

sábado, 22 de septiembre de 2007

GRAFOLOGÍA

Comparto La Contra de hoy. Me parece super interesante y me ha recordado que hace unos años, dentro del marco de mis multiplísimas aficiones e intereses, pensé seriamente en estudiar grafología (también pensé en estudiar enología, que no tiene nada que ver, hasta ahí llegaba mi dispersión).
Lo que no sabía entonces, al menos tan claramente como ahora, tras leer este artículo, es que la grafología es otra manera de conocerme a mí misma y de poder evolucionar como ser humano. Algo rondaba en mi interior: hace ya tiempo que detecté que los días chungos escribo peor y que cuando me siento bien, mi letra mejora notablemente. Suelo dejar las a abiertas, lo cual bien podría significar que me cuesta acabar las cosas, cerrar temas (me lo acabo de inventar, pero no me extrañaría que por ahí fueran los tiros conociéndome como me conozco).

Y ya me ha metido la tía esa el gusanillo en el cuerpo!! ahora mismo me iría a estudiar grafología... y eso que me he prometido a mí misma no meterme en ninguna formación más, a pesar de haber muchas que me tientan, como la Terapia Corporal Integrativa, las Constelaciones Familiares o ahora mismo la de Grafología.... pero es que entonces me convierto en la típica adolescente que no quiere crecer, estudiando siempre para no afrontar la responsabilidad de un curro, de estar preparada para afrontar la vida como adulta, sintiendo que nunca estoy suficientemente formada para ello.

Y es que en diciembre acabo mi formación como psicoterapeuta y ya me siento inquieta por ello y por no tener NADA MÁS que mi trabajo, mis hijos y mi casa, como si no pudiera vivir sin estudiar algo.

Sé perfectamente que ahí hay un tema neurótico y lo que ahora quiero es discernir cuánto hay de neura y cuánto de interés real sano, porque los comportamientos neuróticos siempre tienen un lado positivo, alguna ventaja, algún beneficio, sino, por muy neurótico e inconsciente que sea, lo abandonaríamos.


La Contra de la Vanguardia
MONTSE PERELLÓ GINÉ · GRAFÓLOGA Y GRAFOTERAPEUTA
"Somos como escribimos"
LLUÍS AMIGUET - 22/09/2007

Tengo 31 años. Nací en Arbeca. Vivo en pareja y conozco el porqué de cada uno de sus grafos. Tengo una ahijada.Dios no escribe con renglones torcidos, porque sólo los tuercen los pesimistas. La letra de la mayoría de los políticos demuestra que saben aparentar talento aunque no lo tengan. Si corriges tu caligrafía, te corriges a ti mismo

-Me llegó un manuscrito de una multinacional: el candidato a directivo había pasado las pruebas de selección y la última parte del proceso era que mi gabinete analizara su letra.
- ¿Y...?
- Dictaminamos que en sus trazos se apreciaba claramente su adicción a la cocaína.
- ¿Cómo pudo saberlo sólo por la letra?
- Una adicción se hace evidente en la grafía pastosa del adicto.
- ¿A qué se refiere al decir pastosa?
- El candidato cargaba las tintas en milímetros de forma claramente apreciable para un grafólogo con experiencia.
- ¿Y la multinacional les creyó?
- Era cierto y el candidato lo reconoció. Tomaron nota, desde luego, pero era tan idóneo para el puesto que la empresa le contrató y después le pagó un buen tratamiento de deshabituación. Fue un buen final para todos.
- ¿Qué otros defectos detectan ustedes?
- Las anoréxicas o bulímicas, por ejemplo: tienden a invadir el espacio interletra. Solemos decir que se lo comen.Los trastornos de alimentación se detectan en la letra como otros desórdenes afectivos u emocionales y el estado de ánimo al escribir.
- En el cole hacíamos caligrafía con los aburridos cuadernos Rubio.
- Esa caligrafía normativa de colegio de pago era parte de la formación tradicional.
- O deformación...
- El sistema de educación tradicional, tal vez sin ser consciente de ello, sabía muy bien lo que hacía: estaba moldeando su carácter de forma muy eficaz, porque su caligrafía no es mera cuestión estética: no se trata sólo de un reflejo de la personalidad, sino que el propio acto de escribir nos conforma a nosotros y nuestras personalidades.
- ¿La caligrafía nos formaba o deformaba?
- Exactamente: nos formaba en lo más íntimo: nuestro modo de ser. Y cuando hemos ido creciendo nos hemos ido librando precisamente de esos moldes canónicos del colegio y hemos adaptado nuestros grafos a nuestra personalidad en continua evolución.
- ¿Si modificamos nuestra caligrafía, modificamos nuestra personalidad?
- Podemos modificar nuestra grafía y con ese esfuerzo y en ese proceso mejorar nuestra personalidad. Con determinados ejercicios, depuramos algunos de nuestros defectos al hacernos conscientes de ellos tras analizar nuestra letra y al tratar de corregirla.
- Por ejemplo.
- En nuestra grafía se manifiestan la capacidad analítica y de síntesis, la creatividad, la concentración, el talante proactivo o pasivo, el optimismo o la melancolía y muchos otros trastornos emocionales y afectivos.
- ¿Puede ser más precisa?
- Por ejemplo, el análisis de cómo escribe usted la tilde (el gorrito) de la t nos permite deducir su fuerza de voluntad y también si tiene usted un trastorno volitivo.
- ¿Dice usted que si mejoro mis t, mejoraría también mi fuerza de voluntad?
- En eso consiste precisamente la grafoterapia: al analizar su t con el grafoterapeuta, usted se haría plenamente consciente de su fuerza de voluntad y al trabajar su grafía con determinados ejercicios podría mejorar también su personalidad.
- ¿Cuál es el fundamento de esa terapia?
- La toma de conciencia de quien la sigue sobre sus propios defectos, problemas y también de sus virtudes. Al ejercitar la escritura y tratar de mejorar los grafos se realiza un acto de voluntad que hace consciente lo que permanecía antes oculto para cada uno.
-"Nosce te ipsum".
- Conocerse a uno mismo es el primer paso para mejorarse, y el grafoterapeuta analiza cada grafía, desvela la información que proporciona y propone métodos para mejorarla, mejorando también al mismo tiempo la personalidad.
- ¿Puede ser más específica?
- Otro ejemplo sería la forma en que trazamos el óvalo de la letra g:proporciona información sobre su sexualidad.
- ¿Cómo?
- Se pueden detectar desórdenes libidinales en ese óvalo; una ninfomanía o una anorgasmia. Si trabaja usted y se ejercita en modificar ese óvalo, también será consciente de su conducta sexual y podría mejorarla.
- ¿Mejoraré mi vida sexual sólo con trazar mejor mis g?
- Sus g forman parte de su personalidad. Ese análisis debe contextualizarse en toda su caligrafía personal y al calibrar la inclinación, la presión, la forma, la línea base y la continuidad de toda la escritura.
- Supongo que le llevarán a su consulta muchas letras de seres queridos.
- A menudo.
- ¿Y si no entiende usted nada de lo escrito?
- De algún modo, cuando alguien caligrafía sin preocuparse de que se le entienda, denota su falta de interés en ser comprendido: es usted un soberbio y pasa de los demás.
- ¿Y si no entiendo mi propia letra?
- Esa falta de comunicación y ese descuido que usted tiene con los demás también lo hace extensivo a usted mismo. Es un vago.
- Cada vez escribimos menos a mano.
- Es igual: la utilice a menudo o no, su grafía será tan personal y tan valiosa como si no hubiera ordenadores.
- Firmar, firmamos a menudo: ¿si modifico mi firma, modifico mi conducta?
- Exactamente igual: la firma es un indicador de los grandes cambios en nuestra vida y personalidad. Llega un día en que tu firma no te gusta y la cambias, porque tú también has cambiado. Si un grafoterapeuta la analiza, le explicará cómo y por qué ha cambiado.

Vaya con la justicia

Hace unos meses mi hijo y unos amigos suyos tuvieron un incidente por el cual, de forma inconsciente y sin ninguna intención, provocaron desperfectos en el marco de la ventana de una casa. Ellos ni se enteraron hasta que a la mañana siguiente apareció la policía en la casa en la que estaban pasando un fin de semana, fuera de la ciudad. El vecino los había denunciado. Inmediatamente fueron a disculparse sin que sirviera de nada, ya que el hombre en cuestión dijo que seguiría la vía legal para tales hechos. Efectivamente, al cabo de un tiempo, llegó a casa la citación judicial del juzgado de menores.

El día señalado fuimos a los juzgados de Barcelona para que mi hijo y sus amigos, individualmente, declararan ante el juez. Parece una tontería, pero os aseguro que impresiona. Mi hijo estaba como un flan. Me habían recomendado un abogado especializado en menores, pero al comprobar y oir a todos los abogados de que lo que había pasado era una suprema chorrada y teniendo derecho a un abogado de oficio, lo descarté. Todo el mundo alucinaba bastante de que las cosas hubieran llegado tan lejos y creímos que el asunto se pararía aquí y que el juez archivaría el tema.

No ha sido así. Como alguien ha dicho: con la justicia sabes cuando entras pero nunca sabes cuando sales, ni cómo.

Hoy hemos ido al departamento de mediación. Cada uno de los implicados tenía que decidir si aceptaba una mediación o prefería ir a juicio. Las opiniones de los abogados estaban partidas: unos decían que mejor ir a juicio porque así se acabaría antes la historia: pagarían la reparación de los daños y punto final, ya que el supuesto agravio no da para más; otros decían que siempre valía más la pena seguir la vía de la mediación. Finalmente mi hijo, por consejo de la abogada, ha seguido esta última opción. Le han pedido que escriba una carta al denunciante pidiéndole disculpas y diciendo que jamás tuvo intención de causarle el menor daño y que está dispuesto a pagar de su bolsillo lo que haga falta.

Hasta aquí los hechos.

Y ahora viene el flipe: al salir, la abogada de mi hijo, la de oficio, que no ha abierto la boca, que ha estado una hora con nosotros para decirnos simplemente que aceptara la mediación, nos ha dicho que, a menos que hiciéramos todos los complicados trámites para solicitar justicia gratuita, hasta el momento teníamos que pagarle 600 euros. He alucinado. Yo que despedí al otro abogado, privado evidentemente, por creer que era un caso a desestimar, sencillo y sin más historia y así ahorrarme su minuta, resulta que tengo que pagar 600 euros como mínimo a una abogada que no ha hecho absolutamente nada.

Y el otro flipe es la historia en sí: la cantidad de tiempo, molestias, horas de muchos de nosotros perdidas, a recuperar en el trabajo, salas y profesionales que se están utilizando para un caso como éste, de unos chavales adolescentes que simplemente tuvieron un error propio de su edad, sin mala intención ni ganas de hacer ningún mal... cuando hay tantos otros temas, robos, agresiones, gamberradas intencionadas y demás sucesos que requerirían mucha más atención. Como trabajadora social que soy, aunque la justicia no sea mi ámbito en estos momentos, aunque sí lo ha sido en otros tiempos, cuando estuve de responsable de unos pisos asistidos para internos de prisión, no puedo dejar de comparar este caso con otros en los que sé que un tío puede robar un coche, un bolso, pasar unas horas en comisaría y volver a salir para volver a robar.
Hace unos años a mi hija le robaron el bolso en una discoteca. Las molestias que tuvo fueron importantes y finalmente hubo un juicio que ganó en el que le pagaron una pequeñísima indemnización que fue menor que los costes del abogado.Y el ladrón salió a la calle, libre como un pájaro, simplemente habiendo pagado una miseria que no cubrió ni los costes que nosotros tuvimos.

Joder con la justicia.....

jueves, 20 de septiembre de 2007

Gladiator ~ Lisa Gerrard 'Now We Are Free' soundtrack

Tengo una sensación de vacío en ciertos aspectos de mi vida en estos momentos. Es un vacío agradable, para nada angustiante como me ha ocurrido en otros momentos. Va acompañado de incertidumbre, ese estado que habitualmente rechazamos y huimos de él, al menos yo. Pero no ahora.

Algunas personas han desaparecido de mi vida; otras aparecen para cerrar el círculo, afortunadamente hasta ahora, con muy buen rollo; y otras más, me voy yo de la suya.

A nivel profesional he decidido dar un paso más, arriesgar. No sé para dónde ni cómo y eso también me provoca incertidumbre. Sólo sé que interiormente he tomado la firme decisión de ir más allá de donde estoy.

No quiero buscar, quiero encontrar y para ello, observo atentamente lo que ocurre a mi alrededor y confío en la autoregulación organísmica: cuando aparezca la oportunidad, sé que sabré reconocerla, no me preguntéis cómo ni por qué, porque no lo sé. Pura intuición.

Y ese vacío se convierte en mi aliado porque es un espacio que se puede llenar y me brinda todas las posibilidades, más allá de mi propia imaginación, más allá de las expectativas que no tengo, más allá de cualquier ilusión que limita lo que pueda ocurrir.

Hoy he tenido la clara sensación de que dejo atrás una importante etapa de mi vida y que sigo adelante, habiendo cerrado definitivamente lo que me ligaba a ella. Quedan algunos flecos que resolveré en breve. Formará parte de mí, el pasado siempre forma parte de nosotros, nos configura, nos proporciona identidad y experiencia, siempre que no nos quedemos atrapados en él, como yo siento que he estado hasta ahora, al menos de una importante parte de mi pasado.

Tengo sensación de amplitud, de libertad, de que todo es posible si no lo limito yo desde mi mente.

Now we are free....una de mis canciones favoritas y que, de alguna manera, ilustra bastante bien mi estado de ánimo.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Confesiones mañaneras

Jo!! ayer intenté por dos veces colgar aquí un vídeo desde You tube y no ha aparecido. Me salió esa ventanita que me decía: en unos instantes aparecerá en su página.... y nada!! Tampoco logré colgar uno desde el icono tan mono que tenemos aquí encima. Y es que llevo unos días un poco perezosa y faltada de inspiración en eso de escribir y decidí colgar cosillas para ir superando la sequía literaria. Curiosamente, temas en mi experiencia del vivir cada día no me faltan, más bien, a ratos, me sobran y eso me bloquea.

Tengo un carácter profundamente emocional con tendencia a necesitar intensidad en cualquier cosa que hago, siento, pienso, imagino. Y eso, ahora lo sé, es una putada porque huyo de la rutina, de la cotidianeidad como de la peste. Si algo es "normalito", yo lo adorno con una gran profusión de elementos ajenos tipo bolas de Navidad, guirnaldas y elementos varios para creerme que es absolutamente extraordinario. Ala!! Navidad todo el año!! Lo alucinante es que esto lo he hecho durante casi toda mi vida sin darme cuenta y claro, al final me cansaba de tanta Navidad, sacaba los adornos y me encontraba con la cruda y dura realidad. No satisfecha con haberme creado una ilusión falsa, me enfadaba con el sujeto/objeto/situación por no ser como yo quería, en un acto de exigencia caprichosa e irresponsable y, directamente y sin miramientos, cortaba cabezas, eliminaba objetos y descartaba situaciones o experiencias.

Así he ido transitando por los años, en la inconsciencia de lo que se iba desarrollando en mi interior y me impedía disfrutar auténticamente de la vida. Toda esa insatisfacción era tapada por más adornos y pensamiento positivo (ggrrrr, eso del pensamiento positivo me pone de los nervios) para creerme que todo iba bien cuando en realidad todo era una mierda, mierda de la de verdad, podredumbre y descomposición interna que envenenaba mi sangre.

No, si voluntad yo ya le ponía. Le tengo que agradecer a ese comportamiento neurótico mío el haberme llevado hasta el momento en que decidí cambiar de vida y enfrentarme a las auténticas dificultades, a la vida real, tal cual. Fue duro, muy duro.... hasta que un amigo, casi sin yo querer, me guió hasta mi actual formación, la que acabo este año, en diciembre: la terapia Gestalt.

Acababa de acabar los estudios de trabajo social, que inicié tras separarme de mi marido e inicié la formación gestáltica.

Le debo a la gestalt mi libertad, en el sentido de que conocer, saber, darme cuenta de mis comportamientos neuróticos y por lo tanto poder ir rectificando la tendencia, no desde la mente, no desde el pensamiento, sino desde el interior, de forma holística y vivencial, experiencial, de cuerpo, mente y emociones, me hace libre. Poder darme cuenta de la cantidad de zonas oscuras que viven en mi interior cual okupas, sin mi conocimiento, que me llevan a actitudes compulsivas, a la repetición de patrones de conducta perjudiciales y a situaciones de bloqueo de mi vida me proporciona la opción de decidir. Darme cuenta de mi insatisfacción interna amagada tras una máscara de satisfacción total me permite empezar a invertir la tendencia. Un carácter orgulloso y narcisista (Tipo 2 social en el Eneagrama) como defensa ante la también insatisfacción de mi misma y mi incapacidad de asumir responsabilidades.

Descubrir eso en mí ha sido muy, muy doloroso, para que lo voy a negar...pero una vez reconocido, asumido, aceptado e integrado como parte de mí misma, sin rechazarlo y sin juzgarlo, poco a poco se va transmutando gracias al darme cuenta.

Y lo que queda aún por descubrir.....eso nunca se acaba.

Ayer fue un día raro. Yo me sentía muy rara y con mucho movimiento interno, incluso con mucha rabia, y a mi alrededor mucha gente se sentía igual: raro.

En el ámbito esotérico-espiritual, ayer fue un día importante: 18 Septiembre 2007 (9/9/9), que marca un salto cuántico.

http://es.wikipedia.org/wiki/Salto_cuántico
http://elsaltocuantico.blogspot.com/
http://www.formarse.com.ar/salud/ayurveda.htm

No sé si ésta es la razón de esa sensación extraña que muchos sentíamos ayer. Trabajo con terapias energéticas y estoy convencida de que todo está inter-relacionado entre sí, a modo de red, unidos por esa energía. El caso es que hoy me siento muy bien y puedo ver la vida y el mundo con otra mirada.

domingo, 16 de septiembre de 2007

Familia

Ayer fue el cumpleaños de mi papi. 86 añitos de nada. Hoy nos hemos reunido toooda la familia: mi padre, mi madre, mis 2 hermanos, mis 2 hermanas (yo, la de en medio, la rarita, claro está), mi hija, mi hijo y mis 8 sobrinos y algún que otro cónyuge que aún sobrevive en nuestra familia tras una racha de divorcios (dos en concreto, cónyuges, no divorcios, que han sido 3). Si no me he descontado, 19 en total.

Soy una de las afortunadas que aún tengo a mis padres vivos. He tenido mis guerras particulares con ellos y hoy en día me siento feliz porque, a pesar de ser una familia en la que las emociones y las demostraciones afectivas son tema tabú ( y eso para una emocional como yo ha sido fuente de muchas frustraciones y malos momentos), he podido ir desenganchándome de esos tabús y abrazarlos fuertemente a cada uno de ellos y decirles que los quiero. No ha sido tarea fácil, os lo aseguro. Hubo una época en que pensar en decirles "te quiero" suponía para mí un sudor frío recorriéndome todo el cuerpo, un imposible, un encogimiento total de todo mi ser.

Ahora los abrazo, los achucho, los beso y ellos se dejan hacer, aunque no estén acostumbrados a este tipo de demostraciones afectivas. Poco a poco siento que se van ablandando un poco. Me da igual: yo sigo haciéndolo. Tanto mi padre como mi madre fueron niños con muchas carencias afectivas y si yo ahora puedo darles y devolverles un poco del cariño que les ha faltado a lo largo de toda su vida y que a mí me han mostrado como han podido y han sabido, lo voy a hacer mientras pueda.

Mi padre ha sido, es y será, hasta el día de su muerte, un cachondo. El año pasado tuvo que estar dos meses hospitalizado. Sistemáticamente, se camelaba a todas las enfermeras, hasta a la más dura y rígida. Comentarios del tipo "qué suerte tengo de tenerla a usted de enfermera" o "cuando usted me pincha ni lo noto, qué bien lo hace" o incluso "usted es muy guapa... si yo tueviera unos años menos...." era el pan nuestro de cada día. Luego, con nosotros era pura queja, pero siempre ha sido un seductor incorregible.

Hoy ha hecho otra de las suyas. Mi madre se moría de la vergüenza, pero a mí y a mis hijos nos ha hecho reir mucho. Ya nos íbamos, nos despedíamos de ellos y mi hijo ha llamado a su novieta actual. Mi padre, que es un curioso compulsivo, le ha preguntado con quién hablaba y Alex se lo ha dicho y él, ni corto ni perezoso, le ha pedido que le pasara el teléfono para hablar con ella (estamos hablando de una chica de 17 años). Va y le dice: hola, me han dicho que eres muy guapa. Me gustaría conocerte, porque cuando me conozcas a mí igual dejas a mi nieto y te vienes conmigo!!

Y es que el tío lo dice con una gracia y una soltura que a mí me dejan alucinada. Y luego se queda riéndose de él mismo.

Hace un tiempo me repateaban esas reuniones familiares. No encontraba mi espacio, mi ubicación. Actualmente me encantan y las disfruto muchísimo.

Bruce Springsteen - Dancing In The Dark (Español Subtítulos)


Una del Boss... me encanta esta canción!!!

jueves, 13 de septiembre de 2007

Triste

Estoy triste

Se despide un amigo

No habrá tacto

No habrá olor, ni sabor

No oiremos el sonido de nuestra voz

No daremos un paseo juntos

Nos hicimos daño

Le faltó claridad, me sobró orgullo

Le sobró ausencia, me faltó confianza

Asumimos errores

Recompusimos los trozos rotos

Se va

Duele

Otro final de viaje

martes, 11 de septiembre de 2007

ÚLTIMO DÍA DEL VIAJE A MARRUECOS


He tenido la tentación de no escribir este último capítulo del viaje. Ya hace un mes que regresé y este relato se ha alargado, a mi gusto, demasiado. Lo voy a terminar, no para que nadie lo lea, aunque si alguien lo hace me encantará, sino por mí, por finalizar algo que he empezado. Soy especialista en no terminar las cosas, en dejarlas a medias. Las empiezo con mucho ahínco y con el tiempo me cansan y prefiero pasar a otra cosa.

Ahí va el día de regreso de Asilah a Barcelona:

Isa, Ana, Arabi. A punto para la marcha

La noche anterior habíamos dejado las maletas hechas, a falta de pequeños detalles como el cepillo de dientes y demás estrios de baño. Tras el desayuno, abandonamos Dar Manara. Se mezclaba la penita por irme y las ganas de volver a casa, junto con la pereza por el largo viaje que en ese momento iniciábamos. Nos dirigimos caminando hasta la puerta de la medina donde nos esperaba Arabi para llevarnos al puerto de Tánger. El trayecto fue sin problemas, a excepción del tráfico de Tánger, que nos retrasó más de lo que esperábamos. Teniendo en cuenta que hay dos horas de diferencia entre Marruecos y España, yo sufría un poco, ya que entre una cosa y otra, era casi la una, hora española, cuando por fin llegamos al puerto. Como habíamos comprado un billete de ferry de ida y vuelta cuando cogimos el ferry a la ida, nos fuimos directas a la sala de embarque, no sin antes pedir a una señorita de información adónde nos teníamos que dirigir para embarcar si teníamos este tipo de billete. Nos dijo que nos fuéramos directas al control de policía porque salía uno ya hacia Algeciras

Me extrañó un poco porque hay diversas compañías de ferry y la tía no se paró a mirar si nuestro billete coincidía con el que salía. Además, habíamos pagado por un fast ferry, que tarda 1 h 15 min y el otro 2 h 30 min. No había ni un solo panel de información de las salidas. recordé que Ana me había dicho que las compañías se intercambian los pasajes y deduje que tanto daba que fuera uno u otro: la cuestión era salir lo antes posible para no perder el vuelo hacia Barcelona.

Hicimos la cola del control de policía y cuando llegó nuestro turno nos pidieron un papelito amarillo sin el cual no podíamos embarcar. La tonta de información nada nos había dicho y resulta que el maldito papelito sólo lo dan cuando compras el pasaje en las taquillas.

Corrimos a buscarlos, no nos los querían dar si no comprábamos pasaje, teníamos que hacer la cola... en fin, un desastre y nosotras nerviosas porque nos habían dicho que salía ya!! Finalmente los conseguimos y, afortunadamente no tuvimos que volver a hacer la cola de la policía: nos dejaron pasar. Cuando ya estábamos camino del ferry por los pasillos, a Isa se le ocurre preguntar a un hombre que vestía un uniforme que a qué hora salía el ferry. Ahí fue cuando la cagamos: el hombre nos dice que ese ferry va a Tarifa y que si tenemos pasaje para Algeciras no podemos ir en él. Isa y yo nos quedamos de pasta de boniato. ¿Y a qué hora sale el de Algeciras? a las 4 de la tarde!! Quéeeeee????? Imposible, no podemos esperar esa hora, perderemos el avión!!! No podemos ir a Tarifa con este pasaje y desde allí ya llegaremos a Málaga?? No, imposible, tendrán que comprar pasajes para Tarifa, pero dénse prisa que esto sale ya!!!

Isa se queda con el equipaje y yo me voy zumbando fuera, acompañada de un hombre que me guía hasta una taquilla: pido dos pasajes para el ferry que está a punto de salir, me los venden, yo cagándome en todo y en mí por haber sido tan estúpida de haber comprado el pasaje de ida y vuelta para nada y vuelta a correr para no perderlo.

Cuando por fin entramos en el ferry....empecé a sentir que algo no iba bien....esas sensaciones mías que, a veces, llegan demasiado tarde. Tenía la sensación de que me acababan de tomar el pelo, intensificada por el hecho de que... aquél barco no era un fast ferry, era mucho más grande, tipo crucero (bueno, si me llevaban a las Islas Griegas por el precio de un pasaje a Tarifa, ya me conformaba!!); estaba prácticamente desierto y para nada daba la sensación de que fuera a partir de inmediato.

Nos dirigimos a información: era un ferry normal, no FAST, iba a Algeciras y zarparía en una hora. Efectivamente, nos habían enredado como a chinas (no sé porque eso de enredar como a chinos...más bien siempre he creído que son más listos y nos enredan, en todo caso, ellos a nosotros).

Me puse de muy mal humor y cuando me pongo de mal humor y siento que me han enredado, mejor ni hablarme. Me engancho como una garrapata al tema y le doy vueltas y vueltas intentando discernir dónde me he equivocado y preguntándome cómo puedo haber sido tan estúpida, además de cagarme y odiar al que me ha enredado, al que sería capaz de matar si lo tuviera delante en aquél momento. Y también tengo la capacidad, una vez he dado rienda suelta a toda mi mala leche, de pasar página y ver el lado positivo.


Adiós África

Y eso hice. Con Isa, nos dedicamos a visitar el "transatlántico", las diferentes cubiertas y descubrimos que incluso tenía un restaurante muy agradable. A lo hecho pecho: vamos a disfrutar y confiemos en que llegaremos a tiempo para pillar el avión.



Entre dos aguas, alejándonos de África


Nos instalamos en una cubierta a popa, con los cabellos al viento... jajajaja.... en plan Titanic. Hicimos fotos, vimos como se alejaba Africa de nuestra vista y finalmente fuimos a comer cual marquesas al restaurante. Era el día del cumpleaños de Isa y nos ofrecimos un buen menú marroquí, el último del viaje, servidas como señoras. Nuestra mesa estaba al lado de una ventana y con mi mp3 y un auricular cada una, escuchamos la canción Worlds Apart de Bruce Springsteen mientras dejábamos atrás la tierra africana. Fue un momento muy bonito y emotivo.

Comida de marquesas

Atracando en Algeciras

El trayecto fue más corto de lo previsto, apenas dos horas. Finalmente, se nos hizo corto y lo disfrutamos. Al desembarcar, taxi y a la parada de autobuses para Málaga. Llegábamos justo a tiempo para el de las 5 de la tarde, pero no fue posible. Delante de nosotras, se acabaron las plazas y tuvimos que esperar una hora más. El tiempo empezaba a ser muy justo y milimetrado para llegar a la hora al aeropuerto.

Ana en la parada de autobuses de Algeciras

Nos quisimos morir cuando encontramos cola en la autopista a 20 kms de Málaga.... cola hasta el mismo Málaga!! Reconozco que ahí sí empecé a sufrir. Otro problema añadido era que, si la cola no avanzaba, tendríamos que tomar otro taxi desde la parada de autobuses hasta el aeropuerto y no teníamos suficientes euros. Decidimos partirnos las tareas: mientras yo encontraba la parada de taxis y guardaba las maletas, Isa se iba al centro comercial de al lado a sacar dinero.

Cuando finalmente estuvimos en el taxi, empezamos a respirar, aunque nos tocaba ver cuánta cola habría para llegar a la terminal. Parece ser que en esta época del año, eso es habitual en Málaga.

Por fin llegamos al aeropuerto, a tiempo. Facturamos las maletas y poco tiempo nos quedaba ya para el embarque.... pero el vuelo se retrasó una hora. Hay que decir, para quien no conozca el aeropuerto de Málaga, que no tiene nada, nada de glamouroso. Y ahora, con toda la movida que ha habido en Málaga, todavía menos.

Y ya..... vuelo hasta Barcelona, con normalidad; llegada, maletas, cola para un taxi y para casita.

Eran las 2 de la madrugada. El viaje había sido largo y accidentado, pero por fin podía descansar en mi cama. Me sentí feliz de haber llegado.

FIN DEL VIAJE

jueves, 6 de septiembre de 2007

Pesadilla

Esta noche pasada he soñado y me he despertado aún con el sueño muy vívido.

Estaba con un grupo de gente en la inauguración de unos Juegos Olímpicos. Yo era una de las deportistas, en la especialidad de natación. Bajábamos por unas escaleras amplias, tipo "ghats" en la India, de uno en uno, en fila india, hasta el agua. Creo que era el mar. Todos vestíamos nuestro correspondiente chándal, uniformados. Yo me sentía contenta y orgullosa de ser una de las participantes y me decía a mí misma, que, aunque tarde, finalmente había conseguido participar en unas Olimpiadas.

(He sido deportista de élite durante muchos años. He jugado a voleibol 20 años en división de honor y en la selección nacional. Participar en unos Juegos Olímpicos era un sueño que nunca se cumplirá, aunque tuve la fortuna de estar en los de Barcelona como voluntaria en los pabellones de voleibol y presenciar todos los partidos en directo en un lugar privilegiado: la mesa de pista, ya que yo era una de las que estaba en la megafonía, dando la bienvenida, presentando a los jugadores de los equipos, anunciando los tiempos muertos y los resultados e incluso proclamando las medallas que iban ganando los deportistas españoles de otras disciplinas. Era emocionante y me encantó hacerlo.
Por otro lado, antes de dedicarme al voleibol, fui nadadora, aunque era muy joven y lo dejé muy pronto. De ahí que el inicio del sueño sea, dentro de lo que son los sueños, bastante comprensible).

En el agua estaba nuestro entrenador, un hombre que ahora no logro identificar, pero que podía ser mi padre o mi ex-marido. El hombre cogía en brazos a cada uno de nosotros y lo metía en el agua, como si de un bautizo se tratara. Nos iba diciendo: dejaros ir y disfrutad de la sensación de ser sostenidos y bañados. Lo hacía con mucho cariño y suavidad. Cuando ya casi me toca a mí, veo que el de delante mío es mi hijo, pequeño, 4 o 5 años (ahora tiene 18), con un chaleco salvavidas y un casco en la cabeza. Antes de que el entrenador tenga la oportunidad de cogerlo en brazos, Alex se tira en plancha al agua, con un sonido que me asusta, desgarrador, como si se hubiera roto y veo como se le desprende el casco de la cabeza y empieza a hundirse en el agua inconsciente o muerto. La sensación y el dolor que me invade son insoportables.

A continuación, cambio de escenario: estoy en la sala de una casa con otro hombre al que tampoco identifico, siento un dolor atroz y el hombre me dice que tendría que ir a averiguar si mi hijo está vivo o muerto. Yo le contesto que no puedo, que prefiero no saberlo, porque mientras no lo sepa existe la posibilidad de que esté vivo y ese dolor es más soportable que si me entero que está muerto... porque entonces sé perfectamente que no lo podré ni soportar ni sostener.

Con esa sensación de dolor, ha sonado el despertador. Uf!! me ha costado unos segundos darme cuenta de que era un sueño y la angustia persistía. Me he quedado paralizada, no podía moverme y no lo he hecho hasta que me he despertado del todo y me he levantado de un salto para ir a la habitación de mi hijo, que dormía, y abrazarlo, darle mil besos y agradecer que estuviera vivo.

He sentido tanta alegría, tanto amor y tanto alivio que no he podido menos que darme cuenta, una vez más, de que cada día es un regalo que vale la pena disfrutar intensamente; que cada uno de nosotros puede desaparecer en cualquier momento y que vale la pena vivir cada minuto con alegría mientras las circunstancias lo permitan. Durante todo el día me he sentido ligera y de muy buen humor. Me he dado cuenta de como a veces me disgusto por tonterías y de que no vale la pena...que tengo un don que se llama VIDA, unos hijos a los que amo por encima de todo que también están VIVOS y la enorme suerte de aún tener a mi padre, a mi madre y a mis 4 hermanos.

Mis problemas me han parecido menos problemas a la luz del dolor que he sentido en el sueño.

Sé que el sueño tiene muchos otros mensajes escondidos y en su momento ya lo descuartizaré adcuadamente, pero de momento, he recibido hoy uno de los regalos más preciados: la sensación de vida recorriendo por mis venas y sobretodo, sobretodo, la visión de la figura de mi hijo durmiendo en su cama, el tacto de su piel caliente al acariciarlo y el ligero movimiento que ha hecho cuando lo he besado.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Los mejores momentos virtuales





Es que...... esta MONIKA!!!! Es la segunda vez que me concede un premio y ya estoy que me ruborizo.... aunque tengo que reconocer que me encanta recibirlos!!! Una que es "algo" narcisista....

No sé si los merezco o no, y creo que eso es lo de menos. Ella considera que sí y yo, simplemente lo acepto como muestra de cariño por parte de una maravillosa mujer: Monika, de TRY AGAIN.


Dice que explico mis experiencias vitales, lo cual es cierto, y que con ello enseño. Si es así, me alegro un montón pues si además de darme placer a mí al escribirlos, le sirve aunque sea a una sola persona, es más de lo que esperaba.


Según cuenta Monika, este premio o certificado fue creado por una mujer brasileña con el nombre de ""Os melhores momentos virtuais" y como mecánica, al igual que otros premios de la blogosfera, el que lo recibe puede nombrar a otros 5 elegidos.


Y ahí van mis mejores momentos virtuales:


Una mujer desesperada: porque es mi manera de darle la bienvenida de nuevo a la blogosfera, porque me alegro de que siga aquí, porque es una excelente escritora y una aún mejor persona a la que le tengo mucho aprecio y cariño.



El transcurrir de los días: mi amiga y hermana, más allá de la distancia, por los excelentes momentos vividos juntas, en blogger y en otros lares. Creo que es la persona con la que más momentos virtuales intensos he vivido y no podía faltar en su "vitrina" este certificado.



La tinta azul de la memoria: Porque Mariano es Mariano, el zurdo, el tierno, el simpático y una pluma como hay pocas, una imaginación desbordante y un arte que me desborda.



Paseo Mágico: Verónica, a la que hace poquito que conozco y que me hace vibrar, tanto con sus haikus en Jardín Haiku como con su poesía en Paseo Mágico. Una mujer sensible, tierna y delicada... así me llega ella.



Y.....para acabar, me apetece un montón darle el certificado a Monika, aunque sea ella la que me lo ha entregado a mí porque es lo que siento y quiero hacerlo.


Try again: Monika, porque eres una dulzura, la alegría personificada y me encanta entrar en tu blog porque me proporciona momentos virtuales muy especiales. Gracias.


domingo, 2 de septiembre de 2007

VIAJE A MARRUECOS 6



Ese día nos levantamos con la sensación de que el tiempo pasa muy rápida. Sin casi darnos cuenta estábamos en la recta final de nuestra estancia. Isa se despertó antes que yo y se fué a la haima mientras yo me duchaba. Hacía dos días que Ana nos había pedido que nos cambiáramos de habitación (me había olvidado de comentároslo). Pasamos 3 noches en la habitación Rosa y 3 en la Mimosa, amarilla, como os podéis imaginar. Me gustaba el baño de la Mimosa. La habitación era algo más pequeña que la Rosa y más calurosa al no tener ventana a la calle, sólo a la escalera de la casa. De todas maneras, estábamos encantadas de conocer dos habitaciones de la casa y al gustarnos mucho a las dos las mimosas, nos hizo mucha gracia estar en ella.

Baño Mimosa

Cuando bajé a desayunar, Said aún estaba preparando la mesa y los ingredientes, por lo que lo ayudé: tostar pan, llevar las mermeladas, etc... como en casa, vamos!!

El día anterior había llegado un grupo de 6 personas que Ana nos presentó. Curiosamente también trabajaban en temas sociales. Nos hicimos un hartón de reir cuando Isa va y me dice que "a quién se le ocurre irse de vacaciones con los compañeros de trabajo", refiriéndose a ellos, claro está!!! Y es lo que hicimos ella y yo.... ya sabéis, trabajamos juntas....
Ana nos propuso, tras el desayuno, irnos las 3 a la playa, a alguna más cercana que La Paloma y que no fuera la de Asilah, demasiado concurrida. Mientras ella acababa alguna gestiones, Isa y yo nos dirigimos hacia el exterior de la medina para curiosear. Entramos en una tienda en la que queríamos comprar algún regalo para amigos y familiares. El vendedor era un hombre encantador que se dedicó a hacernos reir con alguna de las curiosidades que allí tenía: se me acercó con cara de pillo con una cajita de madera en la mano. Me pidió que la abriera lentamente y ooohhh!! saltó una pequeña serpiente (de madera también, claro!) que me sorprendió. Me eché a reir. Luego se acerca a Isa con otra caja, más grande y una pequeña llave. Le dijo a Isa que era una caja secreta y que tenía que descubrir dónde estaba la cerradura. Estaba llena de paneles deslizantes, como un rompecabezas. Isa fue descubriendo sus misterios uno a uno hasta dar con la cerradura. Una auténtica caja fuerte!

Compramos unos cosillas y al momento de pagar me dice que me va a cobrar más caro porque yo soy rica. Lo miro con cara alucinada y le pregunto: ¿tengo yo cara de rica?... y muy seguro me dice que sí, con cara pícaro... "muy rica... pero no de dinero, sino de corazón. Ríes mucho". Reconozco que me llegó al alma.


Ana se reunió con nosotras y buscamos un taxi, sin éxito. Finalmente, llamó a Arabi, nuestro más que habitual chófer.

Ahora, escribiendo sobre él, me doy cuenta de que, explicando la excursión a Xauen me olvidé de comentar algo importante: durante el trayecto de ida a Xauen, Arabi nos contó su vida: Había salido de Marruecos con 16 años, de polizón en un barco hasta llegar a España. Mil peripecias hasta lograr burlar a las autoridades y llegar a Barcelona, donde tenía un amigo del que se acordaba de la dirección. Recorrió muchos países europeos hasta llegar a Kuwait. Allí conoció a una mujer india con la que convivió durante varios años. Era conductor de autobuses o autocares y se hizo rico durante la guerra del Golfo sacando a gente del país con el autocar.... lo cual no le sirvió de nada porque el dinero durante esa época no tenía ningún valor, más que nada porque no había nada que comprar. Se instaló a vivir con unos compañeros en un edificio de 5 plantas, desierto. Nunca había sido tan "rico" y había vivido tan bien... nos comentaba entre risas irónicas. A su alrededor, caían las bombas y a lo lejos quemaban los pozos de petróleo que inundaban de humo toda la ciudad. Nos decía que cada día era una fiesta ya que se despertaba y estaba vivo. Finalmente decidió volver a Marruecos. Habían pasado 24 años desde su salida y regresaba tal como se había ido: con las manos vacías y propietario únicamente de la ropa que vestía.

También riendo (Arabi siempre ríe) nos comentaba que él les dice a sus jóvenes compatriotas que no se vayan del país, que no vale la pena. El sentido del humor de ese hombre ha sido motivo de risas y de buenos momentos vividos en su compañía cuando nos ha acompañado en nuestros trayectos, además de una honradez impecable.

Total: Ana lo llamó y en 5 minutos ahí estaba él dispuesto a llevarnos adónde quiséramos. Ana le pidió que nos condujera hasta alguna playa no muy lejana que estuviera bien. Sin dudar nos dirigimos por carretera hacia el Norte. 10 minutos de trayecto y llegamos a una bonita playa, no tanto como la La Paloma, pero muy agradable y con poca gente.

Allí es donde Ana y yo tuvimos la conversación que sabíamos que queríamos tener y aún no habíamos tenido oportunidad. Empezamos a charlar mientras nos bañábamos. Isa se había quedado tomando el sol. Poco a poco el diálogo fue tomando un cariz más profundo y tocamos temas que tenemos en común a nivel de forma de vida, de experiencias e intereses de cariz espiritual, que es lo que, al fin y al cabo nos hizo vincularnos cuando nos conocimos. Ana y yo hemos tomado diferentes caminos (no muy diferentes y sí distintos) para llegar a lo mismo. Ella me habló de lo suyo, yo de lo mío. En una ocasión yo había hecho una incursión en su ambiente, antes de conocerla a ella y me encontré con ciertas dificultades por lo que dejé ese sendero.

Nunca habíamos hablado de ello y ese fue el momento de comentarlo. Me aclaró muchas cosas, entendí qué había pasado en su momento. Ella es una mujer muy centrada... ya dije al principio que para mí Ana es PRESENCIA, y con eso estoy diciendo muchas cosas, que yo resumo en esa palabra. La presencia para mí es ubicación, serenidad, ecuanimidad, ternura, acompañamiento, sabiduría, silencio o no, sabiendo cuál es el momento apropiado para el silencio y cuál para las palabras, compasión, entendida como amor sin juicio, aceptación... en fin, creo que me habéis entendido no??

Me propuso asistir en algún momento a alguna actividad con su gente, lo cual en otro momento yo habría rehusado y que ahora, me está apeteciendo cada vez más.

También me comentó que para ella Dar Manara era más una casa de salud o de reposo que un hotel. Quiere que sus clientes sean de un estilo determinado y se fía de su intuición a la hora de aceptar o no una reserva vía internet. De momento no le ha fallado. Alguno puede pensar que cuando se inicia un negocio, uno no puede andarse con selecciones de este tipo y tiene que aceptar lo que llegue. Y no... Ana tiene muy, muy claro lo que quiere que sea su Casa y eso es justamente lo que hace de Dar Manara un lugar tan especial. Esa especialidad, ese apostar por un estilo muy concreto y ser fiel a sí misma son las características que hacen que Dar Manara sea y será un éxito.

En ese sentido y recordando la tarde que estuve haciendo Reiki en la haima, además de saber ella a qué me dedico profesionalmente, me dijo que pensara en la posibilidad de llevar a Dar Manara grupos de trabajo o de terapias, como final de curso o como lo que a mí se me ocurriera. También me dijo que antes o después quería que hubiera un centro de terapias o de actividades en el ámbito terapéutico y de crecimiento personal paralelo a la Casa y que desde luego contaba conmigo si entraba en mis posibles planes ir de vez en cuando a Asilah.


Reiki en la haima

Las propuestas me encantaron y le contesté lo que suelo contestar o decirme a mí misma en muchas ocasiones últimamente: estoy abierta a lo que llegue a mi vida y que coincida con la dirección que me he marcado. En estos momentos no es posible por mis circunstancias vitales y sé, tengo la absoluta confianza de que si ésto tiene que estar an mi vida, se abrirán puertas y se darán las oportunidades para que se pueda realizar. Cuándo y cómo....no lo sé y ahí está la gracia: no saber, aceptar la incertidumbre y disfrutarla, disfrutar del misterio de la vida y dejarme sorprender, con la consciencia suficientemente despierta para saber discernir en cada momento y tomar decisiones, apostando, sabiendo que me puedo equivocar y que no pasa nada, pues el ser humano aprende por la técnica del ensayo-error.

Fue una de esas conversaciones que no se olvidan, que enriquecen y que crean amistad y complicidad. Nos confirmó a las dos lo que internamente intuíamos y creó un vínculo más fuerte que el que ya existía.

Regresamos con Isa y fuimos a un chiringo a comer sardinas y ensalada. Arabi llegó para devolvernos a Asilah. Ducha y a la calle, a las callejuelas de Asilah para realizar las últimas compras, con calma y disfrutando de nuestras últimas horas en la maravillosa medina. En ese paseo, aún hubo tiempo para otras anécdotas:

Volvimos a la gran tienda de nuestro amiguito Hussein. Nos saludó con muestras de alegría, reconociéndonos. Directamente instaló la alfombrita al lado de las piedras para que me pudiera sentar mientras Isa elegía unas fundas de cojín. Al irnos, nos despedimos, prometiendo volver en alguna ocasión si Alá lo permitía y felicitando a la madre, que estaba allí, por el hijo que tiene.




Me quedaba encontrar un cenicero de un estilo muy particular que había visto en Dar Manara. Finalmente lo ví en una tienda. Estaba vacía y directamente pregunto el precio, dispuesta a regatear como es costumbre en Marruecos. El vendedor, un hombre de aproximadamente 35-40 años, muy serio, me dijo 50 Dirhams (5 euros). Al ofrecer yo mi precio rebajado, sigue con los 50 dirhams, una y otra vez. Le expreso mi extrañeza por no entrar él en el juego del regateo y me contesta que me ha dado directamente el precio más bajo, que antes costaba 80 Dirhams. Me da la impresión de que es un "duro" a la hora de regatear y me voy de la tienda, creyendo que al irme, bajaría el precio.... y no.... me dice un simple: gracias por visitar mi tienda.

Me quedé un poco desorientada. Bah!! es igual, ya encontraré otro! Este tío...¿ que se ha pensado? No me va a enredar tan fácilmente.

Pero no encontré ningún otro que tuviera algo que ver con aquél. Decidí tragarme el orgullo y pagar lo que me había pedido el hombre serio. Volví a la tienda, saqué directament el billete de 50 dirhams y le dije que me lo quedaba. El hombre hizo una pequeña sonrisa, muy pequeña y se excusó por no haber regateado, diciéndome que realmente no podía bajar más el precio. Le dije que me había extrañado mucho que no regateara y que por eso me había ido y que el precio, en realidad me parecía justo. Es un cenicero grande, de cerámica, de esos con tapita y que habitualmente se pone agua dentro, de color granate y con unos motivos metálicos muy finos y sencillos.

Me preguntó dónde me alojaba, conocía la Casa de Ana. Le dije que al día siguiente ya me iba y me dijo que si volvía alguna vez y esperaba que así fuera, le encantaría que lo fuera a ver, que siempre sería bienvenida en su tienda y que me recordaría pues soy muy agradable, guapa y simpática Todo eso sin un atisbo de adulación. Para muestra, un botón: se fue hacia una estantería, eligió una bonita cajita de madera y sin darme tiempo a verla, la envolvió en papel de diario y la protegió con plástico de aquel con burbujas, bien ligada con cinta para embalar. Me la dió sin mediar palabra. Un regalo. Con este simple gesto silencioso, dijo muchas cosas y me conmovió. Salí de la tienda descolocada y con una agradable sensación.




Estoy convencida de que las cosas en la vida no pasan por casualidad y que si estoy atenta puedo descubrir muchas cosas de mí y de los demás a través de anécdotas como ésta. Empecé a darme cuenta de que esa situación había sido una representación en miniatura de una actitud mía muy arraigada, que me ha perjudicado mucho y que poco a poco voy pillando en mí y rectificando:

Ana por las calles de Asilah

1. La desconfianza: estar convencida de que el hombre me tomaba el pelo y quería aprovecharse de mí por ser una incauta mujer turista occidental, por lo que, desairademente, me fui de la tienda, dejando atrás algo que yo quería, sin prestar atención a los modos del hombre, a su mirada, a sus gestos, a su semblante, a su tono de voz. Su respuesta de: "gracias por visitar mi tienda"...creo que fue lo que me hizo darme cuenta más tarde de que probablemente me estaba equivocando. Su tono fue dulce y sincero, serio, sin aspavientos ni enfado. Auténtico.

2. El orgullo: Una vez fuera de la tienda... al igual iba yo a volver!!... a pesar de morirme de ganas de comprar el objeto deseado....y de, interiormente, sentir que algo no me cuadraba en aquél incidente, algo en mí no cuadraba, algo fallaba, algo no encajaba. Todo esto es muy sutil y fue ocurriendo mientras yo seguía paseando y mirando tiendas. Siempre he dicho que soy lenta en conectar con algunas de las cosas que se mueven en mi interior y a veces doy respuestas o actúo a lo bruto sin pararme a sentir, más para afuera que para adentro. Decidí tragarme el orgullo y seguir mi intuición, más que mi coco y no ser tan gilipollas de perderme algo que me apetecía tener por el puto orgullo que siempre me ha caracterizado y que, ahora me doy cuenta, me ha privado de tantas cosas y me ha hecho cortar cabezas, a menudo injustamente.


3. Bajando la cabeza humildemente y volviendo a entrar en la tienda dispuesta a pagar el precio que me habían pedido sin discutir, con un ligero temor al sarcasmo en forma de mirada o sonrisa del vendedor, que estaba dispuesta a asumir, me encontré con varios regalos: mi precioso cenicero, en primer lugar; la seria y sencilla amabilidad del vendedor en segundo lugar y la cajita en tercer lugar.

Conclusiones: cuando abandono la desconfianza y el orgullo, cuando estoy dispuesta a, no sólo a ver, sino también a mirar al otro con atención, con intención de saber de él, de conocerlo o descubrirlo, gano más que pierdo. Vale la pena correr el riesgo de que algún gilipollas me tome el pelo a cambio de enriquecerme con la presencia de muchos que me pueden aportar valiosos regalos a mi vida. Y sobretodo, fiarme más de mi propia intuición, de mis percepciones que de las voces externas que van en contra de lo que yo siento; conectar con mis propios deseos, con lo que a mí me hace sentir bien en vez de querer dar una imagen de fortaleza y seguridad que a veces estoy lejos de sentir, por lo que mi actitud es soberbia y prepotente, con el objetivo de que no me hieran.

Ya véis lo que da de sí la compra de un cenicero..... jajajajajaja!!!

Finalmente, Isa y yo volvimos a Dar Manara, dejamos en la habitación las compras y nos fuimos a cenar.... lo adivináis?? al amigo marroquí!! Hicimos una intentona de ir a otro restaurante que nos habían recomendado y estaba a tope. Estaba claro....en este viaje tocaba ir a ese sitio, por mucho que nos empeñáramos en ir a otro.

Muy cansadas, cenamos rápido, volvimos a nuestra Casa, cigarrillo en la haima y a la habitación, a dejar las maletas preparadas. Nos esperaba un viaje de vuelta largo, deshaciendo el recorrido que habíamos hecho a la ida: taxi de Arabi hasta Tánger, ferry hasta Algeciras, autobús hasta Málaga, autobús hasta el aeropuerto, avión hasta Barcelona y taxi hasta casa, ya avanzada la noche....pero todo eso os lo cuento en el último capítulo del viaje, que también tuvo lo suyo.

Admirando las piedras en la habitación Mimosa, antes de hacer la maleta
Fin del sexto día

Pensamiento sufí


"Conocí el bien y el mal, pecado y virtud, justicia e infamia; juzgué y fui juzgado, pasé por el nacimiento y la muerte, por la alegría y el dolor, el cielo y el infierno; y al fin reconocí que yo estoy en todo y todo está en mi".
Hazrat Inayat Khan