Hace años que tengo inclinación por las filosofías orientales. En su momento me regalaron un libro, el que nombré ayer aquí, El Libro tibetano de la Vida y de la Muerte, una versión "occidentalizada" del Libro de los Muertos, que desde nuestra cultura es prácticamente imposible entender!!
Sogyal Rinpoché es su autor, un monje tibetano budista con formación en Cambridge que dice tener por misión enseñar el budismo en Occidente, ya que cree que es aquí donde se puede salvaguardar esta filosofía de vida, en peligro, desde luego en el Tibet y según él, también en la India.
Este fin de semana está en Barcelona y ayer fui a sus enseñanzas. Tenía ganas de verlo en persona, ya que hace 15 años que tengo el libro y me hacía gracia conocerlo en carne y hueso, ver cómo habla, cómo se mueve, sentirlo como ser humano y no sólo como un nombre y una foto impresos.
Ayer lo escuché por la mañana y parte de la tarde. Fue interesante, aunque no dijo nada nuevo para mí, ya que era lo mismo que dice en su libro, lo mismo que dicen muchos libros sobre Budismo, lo mismo que dice el Dalai Lama. Digamos que el nivel de enseñanza era bastante básico, perfecto para quién apenas conoce nada del Budismo y de la meditación, más bien aburrido para quién ya sabe de qué va el tema.
Sogyal es un hombre menudo, regordete, con mucho sentido del humor y que sabe hacer amena una charla de este tipo.
Alternaron su presencia en vivo y en directo con vídeos de otras conferencias.
A media tarde, en plena sesión de enseñar cómo se medita, la amiga con la que iba y yo nos fuimos de compras. Nos estábamos durmiendo en plena explicación de la meditación y optamos por tomarnos la tarde libre, pasear por el centro de Barcelona, lo cual tengo pocas ocasiones de hacer, y charlar como dos marujillas, de nuestras cosas. Mi amiga y yo nos vemos y hablamos a menudo, casi siempre de temas "serios y trascendentales" (risas), como la meditación!!! jajjaajaj!!! y en esta ocasión nos fuimos al polo opuesto y fue un gustazo!!
Tras comprar algunos libros, acabamos en la terraza de un bar, tomando un té verde a la mente. Yo me compré, además, unas cartas de mandalas, preciosas. Un poco al estilo del tarot, tomas una y ahí hay un mensaje de vida. Os parecerá extraño, pero el mensaje siempre da en el clavo con la situación que cada uno está viviendo como más importante en ese momento.
Mi amiga me estaba leyendo en voz alta el mensaje, que incluye un cuento a modo de ejemplo, cuando se acercó un hombre, pelo larguito, barba, gafitas, joven y se quedó inclinado sobre ella escuchando lo que decía. Ella no se dió cuenta y yo me descoloqué bastante, aunque no dije nada. Cuando ella acabó de leer, el nos dijo que nos dejaba dos libros suyos por si los queríamos mirar. Aceptamos y él se fue para volver al cabo de un rato. Ariadna, mi amiga, me tendió uno al azar y nos pusimos a leer. Nos entró una risa incontenible ya que lo que cada una leímos en el libro, abierto al azar, coincidía temáticamente con lo que cada una de nosotras había encontrado en la carta del mandala que nos había tocado. ¿Parece increíble no?? Pues así fue... todo hay que decirlo, Ariadna y yo somos raritas en ese sentido y esas cosas nos pasan a menudo y más cuando estamos juntas.
Finalmente, cuando volvió el chico de los libros, se sentó con nosotras y estuvimos charlando con él un buen rato sobre varias cosas. Curiosamente, dentro de los libros había una tarjetita con la foto de un gurú indio y él nos dijo que era su maestro. ¿Otra casualidad? Se suponía que nosotras teníamos que estar en la charla de un monje budista......
Las dos le compramos el libro que teníamos entre manos. El mío se llama: La sombra
Nos los dedicó. A mí me puso: Ana, ¿cúanto tiempo más?
No entiendo muy bien que me quiso decir con eso, es bastante enigmático. Como tengo su correo electrónico, cualquier de esos me animo y se lo pregunto.
Volviendo al tema de la conferencia budista, aclaro que llevo años leyendo, conociendo y practicando filosofía oriental, especialmente budista e hinduista. Hace dos años me fui un mes a la India, sola, a las enseñanzas del Dalai Lama en Dharamsala, tras lo cual me reafirmé aún más en no sentirme parte de ninguna religión y sí poner en práctica lo que me sirve de cada una. El budismo me parecía más una filosofía de vida que una religión y de ahí mi inclinación por ella, básicamente porque la palabra de Buda, finalmente es: no te creas nada de lo que te digan, ni de tu maestro, ni de mí mismo. Experimenta y sé tu propio maestro.
En la India pude comprobar que sí es una religión, con su dogma, sus rezos, cánticos, etc... incluidos, al menos de cara a los tibetanos y a los indios. El discurso del Dalai Lama es diferente allí de cuando viene a Occidente y personalmente creo que el que imparte aquí está más cercano al auténtico que el de allí, por la sencilla razón de que las condiciones de vida de Oriente son tan precarias que necesitan acogerse a una religión, a la fé para sobrevivir, yendo en contra, paradójicamente, de lo que dijo Buda.
También hoy podría hablar largo y tendido sobre este tema, que me apasiona, pero el post ya empieza a ser demasiado largo.
En resumen: Sogyal Rinpoché no me aportó nada nuevo, si no es su presencia y su forma de hacer. Ideal para principiantes.
Sogyal Rinpoché es su autor, un monje tibetano budista con formación en Cambridge que dice tener por misión enseñar el budismo en Occidente, ya que cree que es aquí donde se puede salvaguardar esta filosofía de vida, en peligro, desde luego en el Tibet y según él, también en la India.
Este fin de semana está en Barcelona y ayer fui a sus enseñanzas. Tenía ganas de verlo en persona, ya que hace 15 años que tengo el libro y me hacía gracia conocerlo en carne y hueso, ver cómo habla, cómo se mueve, sentirlo como ser humano y no sólo como un nombre y una foto impresos.
Ayer lo escuché por la mañana y parte de la tarde. Fue interesante, aunque no dijo nada nuevo para mí, ya que era lo mismo que dice en su libro, lo mismo que dicen muchos libros sobre Budismo, lo mismo que dice el Dalai Lama. Digamos que el nivel de enseñanza era bastante básico, perfecto para quién apenas conoce nada del Budismo y de la meditación, más bien aburrido para quién ya sabe de qué va el tema.
Sogyal es un hombre menudo, regordete, con mucho sentido del humor y que sabe hacer amena una charla de este tipo.
Alternaron su presencia en vivo y en directo con vídeos de otras conferencias.
A media tarde, en plena sesión de enseñar cómo se medita, la amiga con la que iba y yo nos fuimos de compras. Nos estábamos durmiendo en plena explicación de la meditación y optamos por tomarnos la tarde libre, pasear por el centro de Barcelona, lo cual tengo pocas ocasiones de hacer, y charlar como dos marujillas, de nuestras cosas. Mi amiga y yo nos vemos y hablamos a menudo, casi siempre de temas "serios y trascendentales" (risas), como la meditación!!! jajjaajaj!!! y en esta ocasión nos fuimos al polo opuesto y fue un gustazo!!
Tras comprar algunos libros, acabamos en la terraza de un bar, tomando un té verde a la mente. Yo me compré, además, unas cartas de mandalas, preciosas. Un poco al estilo del tarot, tomas una y ahí hay un mensaje de vida. Os parecerá extraño, pero el mensaje siempre da en el clavo con la situación que cada uno está viviendo como más importante en ese momento.
Mi amiga me estaba leyendo en voz alta el mensaje, que incluye un cuento a modo de ejemplo, cuando se acercó un hombre, pelo larguito, barba, gafitas, joven y se quedó inclinado sobre ella escuchando lo que decía. Ella no se dió cuenta y yo me descoloqué bastante, aunque no dije nada. Cuando ella acabó de leer, el nos dijo que nos dejaba dos libros suyos por si los queríamos mirar. Aceptamos y él se fue para volver al cabo de un rato. Ariadna, mi amiga, me tendió uno al azar y nos pusimos a leer. Nos entró una risa incontenible ya que lo que cada una leímos en el libro, abierto al azar, coincidía temáticamente con lo que cada una de nosotras había encontrado en la carta del mandala que nos había tocado. ¿Parece increíble no?? Pues así fue... todo hay que decirlo, Ariadna y yo somos raritas en ese sentido y esas cosas nos pasan a menudo y más cuando estamos juntas.
Finalmente, cuando volvió el chico de los libros, se sentó con nosotras y estuvimos charlando con él un buen rato sobre varias cosas. Curiosamente, dentro de los libros había una tarjetita con la foto de un gurú indio y él nos dijo que era su maestro. ¿Otra casualidad? Se suponía que nosotras teníamos que estar en la charla de un monje budista......
Las dos le compramos el libro que teníamos entre manos. El mío se llama: La sombra
Nos los dedicó. A mí me puso: Ana, ¿cúanto tiempo más?
No entiendo muy bien que me quiso decir con eso, es bastante enigmático. Como tengo su correo electrónico, cualquier de esos me animo y se lo pregunto.
Volviendo al tema de la conferencia budista, aclaro que llevo años leyendo, conociendo y practicando filosofía oriental, especialmente budista e hinduista. Hace dos años me fui un mes a la India, sola, a las enseñanzas del Dalai Lama en Dharamsala, tras lo cual me reafirmé aún más en no sentirme parte de ninguna religión y sí poner en práctica lo que me sirve de cada una. El budismo me parecía más una filosofía de vida que una religión y de ahí mi inclinación por ella, básicamente porque la palabra de Buda, finalmente es: no te creas nada de lo que te digan, ni de tu maestro, ni de mí mismo. Experimenta y sé tu propio maestro.
En la India pude comprobar que sí es una religión, con su dogma, sus rezos, cánticos, etc... incluidos, al menos de cara a los tibetanos y a los indios. El discurso del Dalai Lama es diferente allí de cuando viene a Occidente y personalmente creo que el que imparte aquí está más cercano al auténtico que el de allí, por la sencilla razón de que las condiciones de vida de Oriente son tan precarias que necesitan acogerse a una religión, a la fé para sobrevivir, yendo en contra, paradójicamente, de lo que dijo Buda.
También hoy podría hablar largo y tendido sobre este tema, que me apasiona, pero el post ya empieza a ser demasiado largo.
En resumen: Sogyal Rinpoché no me aportó nada nuevo, si no es su presencia y su forma de hacer. Ideal para principiantes.
7 comentarios:
tengo una amiga que hizo exactamente el mismo viaje a la india, sola, un mes, aunque ella no fue a escuchar a nadie, creo que sólo a sí misma. yo hice yoga durante un año, y me fascinó el poder de la mente, aunque la falta de tiempo me ha impedido seguir haciéndolo. interesante post. bicos.
Creo que es algo inevitable, escucharse a sí mismo, descubrirse en situaciones límite, en un viaje de este tipo, cuando se hace solo. Yo estuve 13 días en las enseñanzas y el resto viajando. También he practicado yoga, aunque reconozco que nunca he sido perseverante. De la naturaleza de la mente iba justamente la conferencia de este fin de semana, pero de la mente esencial, no de la mente tal como nosotros la entendemos, creadora de pensamientos y emociones.
Gracias Desesperada. Un beso
Reflexionar, Meditar ... mmm
Que importante es, ¿verdad?
Bicos!
Sí lo es Wilde, cada cosa en su momento. La meditación es prácticamente lo contrario de reflexionar. Es lograr parar la mente o al menos dejar pasar los pensamientos sin engancharnos a ellos.
Buenos días!!
Hola Ana, "blogueando" he llegado hasta tu rincón y en cuanto he visto el título de esta entrada me he tirado de cabeza.
Me gusta muchísimo como cuentas tu relación con el budismo, describes a Sogyal y sobre todo ... ¡la anécdota de la terraza con ese señor de los libros!
También tengo cartas de mandalas y mil libros sobre el tema ...
Creo mucho en el destino, en esos encuentros casuales, en las personas que vienen a nuestra vida para decirnos algo, para aprender algo, ...
¡Y también me voy a la India y a Nepal este verano!
Vamos, que tu blog me ha venido de perlas. Ahora ya entraré a leer A través del velo, te pongo en favoritos.
Saludos y perdona que me haya extendido tanto!
Hola Castadiva, bienvenida a mi rincón! Me gustan los comentarios largos, o sea que sobran las disculpas. Espero que disfrutes del viaje, yo finalmente me quedé sin poder ir al Nepal y es algo que tengo pendiente, además de volver a la India. Me encantará que me cuentes cómo te ha ido a tu regreso.
No creo en las casualidades y sí en que cada persona que se cruza en nuestro camino es por algo, aunque sea de forma fugaz.
Gracias por tu comentario. besos
al parecer sabes mucho, de que creemos saber, de que cosas? la humildad es el camino para saber la verdad, lo que no se puede hablar ni contar, lo que esta en uno. y ese mensaje de quien te vendio el libro, te dice mas de lo que crees. abre tus ojos y tu mente.
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